1 Reyes 1,11-27
1:11 Entonces Natán dijo a Betsabé, la madre de Salomón: "¿No te has enterado de que Adonías, el hijo de Jaguit, se ha proclamado rey sin que nuestro señor David lo sepa?
1:12 Ahora bien, te voy a dar un consejo para que salves tu vida y la de tu hijo Salomón.
1:13 Ve a presentarte ante el rey y dile: Rey, mi señor, tú mismo has hecho este juramento a tu servidora: 'Salomón, tu hijo, reinará después de mí y se sentará en mi trono'. ¿Por qué entonces Adonías se ha proclamado rey?
1:14 Y cuando todavía estés allí, hablando con el rey, yo entraré detrás de ti y confirmaré tus palabras".
1:15 Betsabé se presentó ante el rey en su habitación privada. El rey estaba muy viejo y Abisag, la sunamita, lo servía.
1:16 Betsabé se inclinó profundamente ante el rey, y este le preguntó: "¿Qué quieres?".
1:17 Ella le dijo: "Mi señor, tú mismo has hecho a tu servidora este juramento, por el Señor, tu Dios: 'Tu hijo Salomón reinará después de mí y se sentará en mi trono'.
1:18 Pero ahora Adonías se ha proclamado rey, sin que tú, mi señor el rey, lo sepas.
1:19 Él ha sacrificado una gran cantidad de bueyes, de terneros cebados y de corderos, y ha invitado a todos los hijos del rey, al sacerdote Ebiatar, y a Joab, el jefe del ejército. Pero no ha invitado a tu hijo Salomón.
1:20 Por eso, todo Israel tiene los ojos puestos en ti, para que le anuncies quién debe sentarse en el trono de mi señor el rey, después de él.
1:21 De lo contrario, cuando mi señor el rey se vaya a descansar con sus padres, yo y mi hijo Salomón correremos la suerte de los culpables".
1:22 Todavía estaba hablando con el rey, cuando llegó el profeta Natán.
1:23 Le anunciaron al rey: "Está aquí el profeta Natán". Él se presentó al rey y se postró delante de él con el rostro en tierra.
1:24 Luego dijo Natán: "Mi señor el rey, sin duda tú has dicho: 'Adonías reinará después de mí y se sentará en mi trono'.
1:25 Porque hoy bajó a sacrificar una gran cantidad de bueyes, de terneros cebados y de corderos, e invitó a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y al sacerdote Ebiatar. Ahora están comiendo y bebiendo delante de él, y lo han aclamado: ¡Viva el rey Adonías!
1:26 Pero a mí, que soy tu servidor, al sacerdote Sadoc, a Benaías, hijo de Iehoiadá, y a tu servidor Salomón, no nos ha invitado.
1:27 Tal vez esta decisión provenga de mi señor el rey, sin que tú hayas querido hacer saber a tus servidores quién se sentaría en el trono de mi señor el rey, después de él".
1:11 Entonces Natán dijo a Betsabé, la madre de Salomón: "¿No te has enterado de que Adonías, el hijo de Jaguit, se ha proclamado rey sin que nuestro señor David lo sepa?
1:12 Ahora bien, te voy a dar un consejo para que salves tu vida y la de tu hijo Salomón.
1:13 Ve a presentarte ante el rey y dile: Rey, mi señor, tú mismo has hecho este juramento a tu servidora: 'Salomón, tu hijo, reinará después de mí y se sentará en mi trono'. ¿Por qué entonces Adonías se ha proclamado rey?
1:14 Y cuando todavía estés allí, hablando con el rey, yo entraré detrás de ti y confirmaré tus palabras".
1:15 Betsabé se presentó ante el rey en su habitación privada. El rey estaba muy viejo y Abisag, la sunamita, lo servía.
1:16 Betsabé se inclinó profundamente ante el rey, y este le preguntó: "¿Qué quieres?".
1:17 Ella le dijo: "Mi señor, tú mismo has hecho a tu servidora este juramento, por el Señor, tu Dios: 'Tu hijo Salomón reinará después de mí y se sentará en mi trono'.
1:18 Pero ahora Adonías se ha proclamado rey, sin que tú, mi señor el rey, lo sepas.
1:19 Él ha sacrificado una gran cantidad de bueyes, de terneros cebados y de corderos, y ha invitado a todos los hijos del rey, al sacerdote Ebiatar, y a Joab, el jefe del ejército. Pero no ha invitado a tu hijo Salomón.
1:20 Por eso, todo Israel tiene los ojos puestos en ti, para que le anuncies quién debe sentarse en el trono de mi señor el rey, después de él.
1:21 De lo contrario, cuando mi señor el rey se vaya a descansar con sus padres, yo y mi hijo Salomón correremos la suerte de los culpables".
1:22 Todavía estaba hablando con el rey, cuando llegó el profeta Natán.
1:23 Le anunciaron al rey: "Está aquí el profeta Natán". Él se presentó al rey y se postró delante de él con el rostro en tierra.
1:24 Luego dijo Natán: "Mi señor el rey, sin duda tú has dicho: 'Adonías reinará después de mí y se sentará en mi trono'.
1:25 Porque hoy bajó a sacrificar una gran cantidad de bueyes, de terneros cebados y de corderos, e invitó a todos los hijos del rey, a los jefes del ejército y al sacerdote Ebiatar. Ahora están comiendo y bebiendo delante de él, y lo han aclamado: ¡Viva el rey Adonías!
1:26 Pero a mí, que soy tu servidor, al sacerdote Sadoc, a Benaías, hijo de Iehoiadá, y a tu servidor Salomón, no nos ha invitado.
1:27 Tal vez esta decisión provenga de mi señor el rey, sin que tú hayas querido hacer saber a tus servidores quién se sentaría en el trono de mi señor el rey, después de él".
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