Jesús nos dice que "si le utilizamos" para reclamar lo que creemos que es nuestro, en lugar de realizar el plan que Dios tiene para nosotros, nos separamos de Él; por eso, nos pregunta: "¿Quién me ha nombrado vuestro juez?" (Evangelio). Jesús nos está dando un "toque de atención" porque también nosotros tendemos a hacer de Dios un juez que defiende nuestros intereses.
La imagen de un Dios-Juez es muy común en la Escritura. Pero Jesús cuestiona a los jueces y maestros de la ley que condenan a los pecadores. Cuando Jesús nos habla del Dios-Juez lo hace para mostrarnos que los que se creen justos, se condenan, y los que habían sido excluidos del Reino de los Cielos por los jueces de este mundo entrarán por delante de ellos.
En una sociedad donde la riqueza se consideraba una bendición de Dios, la parábola del evangelio podía ser recibida como "otro delirio de Jesús"; en realidad, el plan de su protagonista (construir graneros más grandes para almacenar su riqueza) está en sintonía con lo que haríamos la mayoría de nosotros. Pero podemos preguntarnos, ¿qué haría Jesús con ese beneficio extra que se nos ha dado? ¿construiría un almacén más grande? ¿abriría cuentas en bancos diferentes?
Al rico que cumplía los mandamientos pero quería ser "perfecto" le dijo que vendiera sus posesiones, diera el dinero a los pobres y le siguiera. El rico se alejó entristecido porque "tenia muchas posesiones". Jesús, entonces, le dedica una frase enigmatica: "Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos".
La imagen de un Dios-Juez es muy común en la Escritura. Pero Jesús cuestiona a los jueces y maestros de la ley que condenan a los pecadores. Cuando Jesús nos habla del Dios-Juez lo hace para mostrarnos que los que se creen justos, se condenan, y los que habían sido excluidos del Reino de los Cielos por los jueces de este mundo entrarán por delante de ellos.
En una sociedad donde la riqueza se consideraba una bendición de Dios, la parábola del evangelio podía ser recibida como "otro delirio de Jesús"; en realidad, el plan de su protagonista (construir graneros más grandes para almacenar su riqueza) está en sintonía con lo que haríamos la mayoría de nosotros. Pero podemos preguntarnos, ¿qué haría Jesús con ese beneficio extra que se nos ha dado? ¿construiría un almacén más grande? ¿abriría cuentas en bancos diferentes?
Al rico que cumplía los mandamientos pero quería ser "perfecto" le dijo que vendiera sus posesiones, diera el dinero a los pobres y le siguiera. El rico se alejó entristecido porque "tenia muchas posesiones". Jesús, entonces, le dedica una frase enigmatica: "Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los Cielos".
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