El discernimiento es fundamental para un cristiano. "Examinadlo todo y quedaos con lo bueno", aconsejaba san Pablo. Discernir viene de "cernir" o "cerner", una palabra que muchos ya no conocen y que significa "separar con el cedazo la harina del salvado"; es decir, quedarse con lo sustancial, lo que vale, lo que alimenta; con el grano y no con la paja. ¿Por qué gastáis dinero en lo que no es pan, y vuestro salario en lo que no sacia?, clamaba Isaías. Escuchadme con atención, comed lo que es bueno, y vuestra alma disfrutará en la abundancia.
Autor: Bruno M.
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