jueves, 16 de agosto de 2018

Hechos de los Apóstoles 9,23-31: Pablo en Jerusalén

9:23 Al cabo de un tiempo, los judíos se pusieron de acuerdo para quitarle la vida,
9:24 pero Saulo se enteró de lo que tramaban contra él. Y como los judíos vigilaban noche y día las puertas de la ciudad, para matarlo,
9:25 sus discípulos lo tomaron durante la noche, y lo descolgaron por el muro, metido en un canasto.
9:26 Cuando llegó a Jerusalén, trató de unirse a los discípulos, pero todos le tenían desconfianza porque no creían que también él fuera un verdadero discípulo.
9:27 Entonces Bernabé, haciéndose cargo de él, lo llevó hasta donde se encontraban los Apóstoles, y les contó en qué forma Saulo había visto al Señor en el camino, cómo le había hablado, y con cuánta valentía había predicado en Damasco en el nombre de Jesús.
9:28 Desde ese momento, empezó a convivir con los discípulos en Jerusalén y predicaba decididamente en el nombre del Señor.
9:29 Hablaba también con los judíos de lengua griega y discutía con ellos, pero estos tramaban su muerte.
9:30 Sus hermanos, al enterarse, lo condujeron a Cesarea y de allí lo enviaron a Tarso.
9:31 La Iglesia, entre tanto, gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba consolidando, vivía en el temor del Señor y crecía en número, asistida por el Espíritu Santo.

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