El viaje de Timoteo a Tesalónica
3:1 Por eso, no pudiendo soportar más, resolvimos quedarnos en Atenas
3:2 y enviarles a Timoteo, hermano nuestro y colaborador de Dios en el anuncio de la Buena Noticia de Cristo. Lo hicimos para afianzarlos y confortarlos en la fe,
3:3 de manera que nadie se deje perturbar por estas tribulaciones. Ustedes saben que estamos para eso.
3:4 Cuando todavía estábamos con ustedes les advertimos que íbamos a tener dificultades, y así sucedió, como ustedes pudieron comprobarlo.
3:5 Por eso, no pudiendo soportar más, les envié a Timoteo para que me informara acerca de la fe de ustedes, temiendo que el Tentador los hubiera puesto a prueba y todo nuestro trabajo hubiera resultado estéril.
3:1 Por eso, no pudiendo soportar más, resolvimos quedarnos en Atenas
3:2 y enviarles a Timoteo, hermano nuestro y colaborador de Dios en el anuncio de la Buena Noticia de Cristo. Lo hicimos para afianzarlos y confortarlos en la fe,
3:3 de manera que nadie se deje perturbar por estas tribulaciones. Ustedes saben que estamos para eso.
3:4 Cuando todavía estábamos con ustedes les advertimos que íbamos a tener dificultades, y así sucedió, como ustedes pudieron comprobarlo.
3:5 Por eso, no pudiendo soportar más, les envié a Timoteo para que me informara acerca de la fe de ustedes, temiendo que el Tentador los hubiera puesto a prueba y todo nuestro trabajo hubiera resultado estéril.
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