Los diáconos
3:8 De la misma manera, los diáconos deben ser hombres respetables, de una sola palabra, moderados en el uso del vino y enemigos de ganancias deshonestas.
3:9 Que conserven el misterio de la fe con una conciencia pura.
3:10 Primero se los pondrá a prueba, y luego, si no hay nada que reprocharles, se los admitirá al diaconado.
3:11 Que las mujeres sean igualmente dignas, discretas para hablar de los demás, sobrias y fieles en todo.
3:12 Los diáconos deberán ser hombres casados una sola vez, que gobiernen bien a sus hijos y su propia casa.
3:13 Los que desempeñan bien su ministerio se hacen merecedores de honra y alcanzan una gran firmeza en la fe de Jesucristo.
3:8 De la misma manera, los diáconos deben ser hombres respetables, de una sola palabra, moderados en el uso del vino y enemigos de ganancias deshonestas.
3:9 Que conserven el misterio de la fe con una conciencia pura.
3:10 Primero se los pondrá a prueba, y luego, si no hay nada que reprocharles, se los admitirá al diaconado.
3:11 Que las mujeres sean igualmente dignas, discretas para hablar de los demás, sobrias y fieles en todo.
3:12 Los diáconos deberán ser hombres casados una sola vez, que gobiernen bien a sus hijos y su propia casa.
3:13 Los que desempeñan bien su ministerio se hacen merecedores de honra y alcanzan una gran firmeza en la fe de Jesucristo.
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