Exhortación a la santidad y a la pureza de vida
4:1 Por lo demás, hermanos, les rogamos y les exhortamos en el Señor Jesús, que vivan conforme a lo que han aprendido de nosotros sobre la manera de comportarse para agradar a Dios. De hecho, ustedes ya viven así: hagan mayores progresos todavía.
4:2 Ya conocen las instrucciones que les he dado en nombre del Señor Jesús.
4:3 La voluntad de Dios es que sean santos, que se abstengan del pecado carnal,
4:4 que cada uno sepa usar de su cuerpo con santidad y respeto,
4:5 sin dejarse arrastrar por los malos deseos, como hacen los paganos que no conocen a Dios.
4:6 Que nadie se atreva a perjudicar ni a dañar en esto a su hermano, porque el Señor hará justicia por todas estas cosas, como ya se lo hemos dicho y atestiguado.
4:7 Dios, en efecto, no nos llamó a la impureza, sino a la santidad.
4:8 Por eso, el que desprecia estas normas, no desprecia a un hombre, sino a Dios, a ese Dios que les ha dado su Espíritu Santo.
4:1 Por lo demás, hermanos, les rogamos y les exhortamos en el Señor Jesús, que vivan conforme a lo que han aprendido de nosotros sobre la manera de comportarse para agradar a Dios. De hecho, ustedes ya viven así: hagan mayores progresos todavía.
4:2 Ya conocen las instrucciones que les he dado en nombre del Señor Jesús.
4:3 La voluntad de Dios es que sean santos, que se abstengan del pecado carnal,
4:4 que cada uno sepa usar de su cuerpo con santidad y respeto,
4:5 sin dejarse arrastrar por los malos deseos, como hacen los paganos que no conocen a Dios.
4:6 Que nadie se atreva a perjudicar ni a dañar en esto a su hermano, porque el Señor hará justicia por todas estas cosas, como ya se lo hemos dicho y atestiguado.
4:7 Dios, en efecto, no nos llamó a la impureza, sino a la santidad.
4:8 Por eso, el que desprecia estas normas, no desprecia a un hombre, sino a Dios, a ese Dios que les ha dado su Espíritu Santo.
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