sábado, 25 de febrero de 2023

Romanos 5,12-21: Adán y Jesucristo

Romanos 5,12-21

12 Por lo tanto, por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, 
     y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron.
13 En efecto, el pecado ya estaba en el mundo, antes de la Ley, pero cuando no hay Ley, 
     el pecado no se tiene en cuenta.
14 Sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso en aquellos que no habían pecado, 
     cometiendo una transgresión semejante a la de Adán, que es figura del que debía venir.
15 Pero no hay proporción entre el don y la falta. Porque si la falta de uno solo provocó la muerte 
      de todos, la gracia de Dios y el don conferido por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, 
      fueron derramados mucho más abundantemente sobre todos.
16 Tampoco se puede comparar ese don con las consecuencias del pecado cometido por un solo hombre, 
     ya que el juicio de condenación vino por una sola falta, mientras que el don de la gracia lleva a la 
     justificación después de muchas faltas.
17 En efecto, si por la falta de uno solo reinó la muerte, con mucha más razón, vivirán y reinarán 
     por medio de un solo hombre, Jesucristo, aquellos que han recibido abundantemente la gracia 
     y el don de la justicia.
18 Por consiguiente, así como la falta de uno solo causó la condenación de todos, también el acto 
     de justicia de uno solo producirá para todos los hombres la justificación que conduce a la Vida.
19 Y de la misma manera que por la desobediencia de un solo hombre, todos se convirtieron 
     en pecadores, también por la obediencia de uno solo, todos se convertirán en justos.
20 Es verdad que la Ley entró para que se multiplicaran las transgresiones, pero donde abundó el pecado, 
     sobreabundó la gracia.
21 Porque así como el pecado reinó produciendo la muerte, también la gracia reinará por medio 
     de la justicia para la Vida eterna, por Jesucristo, nuestro Señor.  

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