sábado, 9 de julio de 2011

La vivencia familiar de Antonio Gaudi, arquitecto del Templo de la Sagrada Familia de Barcelona.

¿Cuál fue la experiencia familiar de Antonio Gaudi?

Gaudí fue un niño enfermizo que, debido a su reuma, no siempre podía ir a la escuela y se pasaba largas horas contemplando la naturaleza.

Su madre, Antonia Cornet Bertrán, murió muy joven, cuando él estudiaba arquitectura y contaba solo veinticuatro años.

Antonio, además, vio morir también a todos sus hermanos: María a los cuatro años, Francisco solo con dos, otro también llamado Francisco a los veinticinco, habiendo finalizado la carrera de medicina pero sin ejercerla y Rosa a los treinta y cinco años, que se casó y tuvo una hija, Rosita Egea Gaudí, que tenía problemas de salud y hacia la que el arquitecto sintió un verdadero afecto paternal.

El arquitecto también cuidó de su padre, Francisco Gaudí Serra, que murió anciano en casa de su hijo, en el parque Güell.

Antonio Gaudí no se casó nunca y vivió la arquitectura como un sacerdocio.

Todas estas vivencias familiares lo marcaron, indudablemente: sabía qué quería decir la muerte prematura de sus hermanos, cuidar a un padre anciano y ocuparse de un miembro débil de la propia familia. Sabía qué representa permanecer soltero toda la vida.

El celibato de Gaudí tiene tres explicaciones:

— el fracaso de cuatro intentos de matrimonio
— la necesario atención que tenía para con su familia
— la intensa dedicación al trabajo como misión

Ya anciano, Gaudí escribía: “Muerto también el amigo Maragall y, poco después, el amado mecenas conde de Güell y el dilecto doctor Torras I Bages, me sumergí en las más completa soledad: mis grandes amigos están muertos; no tengo familia, ni fortuna ni nada. Así puedo darme totalmente al Templo”.

Fuente: Revista Sagrada Familia (2011)
http://www.lasagradafamilia.net/

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