jueves, 23 de septiembre de 2010

"Ordenó terminantemente que no dijeran esto a nadie", por Julio González SF


Comentario:

La primera lectura de hoy (Eclesiastes 3:1-11) dice que "hay un tiempo para callar y un tiempo para hablar" y este era el "tiempo de callar" para Pedro y los discipulos de Jesus.

Una importante tradicion afirma que el motivo por el cual Jesus mandaba callar a sus discipulos cada vez que querian entronizarle como Mesias y Cristo Rey, era porque todavia no se habia rebelado su verdadera gloria en la cruz; por tanto, si Jesus ya ha sido crucificado y resucitado no hay necesidad de callar y nos podemos permitir todo tipo de homenajes, honores, encumbramientos y entronizaciones, como de hecho asi ha sido.

Pero en el evangelio, Jesus, mas que dar ordenes y mandatos, revela la manera de ser del Cristo de Dios: humilde, abajado, encarnado, sufriente... Es curioso que Jesus no aceptaba los laureles de los "justos y rectos" y, sin embargo, se dejaba agasajar por los pecadores causando el consabido escandalo.

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