Para los ortodoxos, al hacer la señal de la cruz deben juntar los tres primeros dedos de la mano derecha, pulgar, índice y medio, doblando los otros dos, anular y meñique, hacia la palma de la mano.
Los tres primeros dedos les demuestran su fe en la Santísima Trinidad, y los dos dedos doblados significan que el Hijo de Dios bajó a la tierra siendo Dios y se hizo hombre, demostrando así sus dos naturalezas, la divina y la humana.
Al iniciar la señal de la cruz ponen los tres dedos juntos en la frente para santificar su mente; en el pecho para santificar los sentimientos interiores; en el hombro derecho y después en el izquierdo, para santificar todas sus fuerzas corporales. Esta antiquísima manera de persignarse, que aún se conserva en el seno de la Iglesia Ortodoxa, expresa de manera sencilla la doctrina trinitaria.
En el cristianismo, al momento de hacer la señal de la cruz, la mano va primero a la frente, después al pecho, luego al hombro izquierdo y, por último, al hombro derecho. En cambio, para el ortodoxo, los tres dedos de la mano van a la frente, después al pecho, luego al hombro derecho y después al hombro izquierdo. Para ellos esta diferenciación de movimientos poniendo en primer lugar la mano en el hombro derecho tiene su razón de ser: el Hijo está sentado a la derecha del Padre.
Los tres primeros dedos les demuestran su fe en la Santísima Trinidad, y los dos dedos doblados significan que el Hijo de Dios bajó a la tierra siendo Dios y se hizo hombre, demostrando así sus dos naturalezas, la divina y la humana.
Al iniciar la señal de la cruz ponen los tres dedos juntos en la frente para santificar su mente; en el pecho para santificar los sentimientos interiores; en el hombro derecho y después en el izquierdo, para santificar todas sus fuerzas corporales. Esta antiquísima manera de persignarse, que aún se conserva en el seno de la Iglesia Ortodoxa, expresa de manera sencilla la doctrina trinitaria.
En el cristianismo, al momento de hacer la señal de la cruz, la mano va primero a la frente, después al pecho, luego al hombro izquierdo y, por último, al hombro derecho. En cambio, para el ortodoxo, los tres dedos de la mano van a la frente, después al pecho, luego al hombro derecho y después al hombro izquierdo. Para ellos esta diferenciación de movimientos poniendo en primer lugar la mano en el hombro derecho tiene su razón de ser: el Hijo está sentado a la derecha del Padre.
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