sábado, 28 de mayo de 2016

Lucas 9,11b-17: Multiplicación de los panes

Lucas 9,11b-17  
Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, ciclo C  

En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar al gentío del reino de Dios y curó a los que lo necesitaban. Caía la tarde, y los Doce se le acercaron a decirle: "Despide a la gente; que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida, porque aquí estamos en descampado." Él les contestó: "Dadles vosotros de comer." Ellos replicaron: "No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío." Porque eran unos cinco mil hombres. Jesús dijo a sus discípulos: "Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta." Lo hicieron así, y todos se echaron. Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos.

Marcos 11,27-33: "¿Con qué autoridad haces esto?"

Marcos 11,27-33
Sábado de la 8 Semana del Tiempo Ordinario I y II 

En aquel tiempo, Jesús y los discípulos volvieron a Jerusalén y, mientras paseaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos y le preguntaron:
— ¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?
Jesús les respondió:
— Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contestadme.
Se pusieron a deliberar:
— Si decimos que es de Dios, dirá: ¿Y por qué no le habéis creído? Pero como digamos que es de los hombres..." (Temían a la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan era un profeta.)
Y respondieron a Jesús:
— No sabemos.
Jesús les replicó:
— Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.

Sábado de la 8ª semana de Tiempo Ordinario, año II

Judas 17,20b-25
Salmo 62,2.3-4.5-6: 
Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío
Marcos 11,27-33

Judas 17,20b-25

Acordaos de lo que predijeron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Continuando el edifico de nuestra santa fe y orando movidos por el Espíritu Santo, manteneos en el amor de Dios, aguardando a que nuestro Señor Jesucristo, por su misericordia, os dé la vida eterna. ¿Titubean algunos? Tened compasión de ellos; a unos, salvadlos, arrancándolos del fuego; a otros, mostradles compasión, pero con cautela, aborreciendo hasta el vestido que esté manchado por la carne. Al único Dios, nuestro salvador, que puede preservaros de tropiezos y presentaros ante su gloria exultantes y sin mancha, gloria y majestad, dominio y poderío, por Jesucristo, nuestro Señor, desde siempre y ahora y por todos los siglos. Amén.

Salmo 62,2.3-4.5-6
R. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.
R. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.
R. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.
R. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío

Marcos 11,27-33

En aquel tiempo, Jesús y los discípulos volvieron a Jerusalén y, mientras paseaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos y le preguntaron:
— ¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?
Jesús les respondió:
— Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contestadme.
Se pusieron a deliberar: «Si decimos que es de Dios, dirá: "¿Y por qué no le habéis creído?" Pero como digamos que es de los hombres...» (Temían a la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan era un profeta.)
Y respondieron a Jesús:
— No sabemos.
Jesús les replicó:
— Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto.

viernes, 27 de mayo de 2016

Viernes de la 8ª semana del Tiempo Ordinario. año II (Lecturas)

1 Pedro 4,7-13
Salmo 95,10.11-12.13: Llega el Señor a regir la tierra
Marcos 11,11-26

1 Pedro 4,7-13

El fin de todas las cosas está cercano. Sed, pues, moderados y sobrios, para poder orar. Ante todo, mantened en tensión el amor mutuo, porque el amor cubre la multitud de los pecados. Ofreceos mutuamente hospitalidad, sin protestar. Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás, como buenos administradores de la múltiple gracia de Dios. El que toma la palabra, que hable palabra de Dios. El que se dedica al servicio, que lo haga en virtud del encargo recibido de Dios. Así, Dios será glorificado en todo, por medio de Jesucristo, a quien corresponden la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. Queridos hermanos, no os extrañéis de ese fuego abrasador que os pone a prueba, como si os sucediera algo extraordinario. Estad alegres cuando compartís los padecimientos de Cristo, para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis de gozo.

Salmo 95,10.11-12.13
R. Llega el Señor a regir la tierra

Decid a los pueblos: El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente.
R. Llega el Señor a regir la tierra

Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque.
R. Llega el Señor a regir la tierra

Delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad.
R. Llega el Señor a regir la tierra

Marcos 11,11-26

Al día siguiente, cuando salió de Betania, sintió hambre. Vio de lejos una higuera con hojas y se acercó para ver si encontraba algo; al llegar no encontró más que hojas, porque no era tiempo de higos. Entonces le dijo: «Nunca jamás coma nadie de ti.» Los discípulos lo oyeron. Llegaron a Jerusalén, entró en el templo y se puso a echar a los que traficaban allí, volcando las mesas de los cambistas y los puestos de los que vendían palomas. Y no consentía a nadie transportar objetos por el templo. Y los instruía, diciendo: «¿No está escrito: "Mi casa se llamará casa de oración para todos los pueblos." Vosotros, en cambio, la habéis convertido en cueva de bandidos.»
Se enteraron los sumos sacerdotes y los escribas y, como le tenían miedo, porque todo el mundo estaba asombrado de su doctrina, buscaban una manera de acabar con él. Cuando atardeció, salieron de la ciudad. A la mañana siguiente, al pasar, vieron la higuera seca de raíz. Pedro cayó en la cuenta y dijo a Jesús: «Maestro, mira, la higuera que maldijiste se ha secado.» Jesús contestó: «Tened fe en Dios. Os aseguro que si uno dice a este monte: "Quítate de ahí y tirate al mar", no con dudas, sino con fe en que sucederá lo que dice, lo obtendrá. Por eso os digo: Cualquier cosa que pidáis en la oración, creed que os la han concedido, y la obtendréis. Y cuando os pongáis a orar, perdonad lo que tengáis contra otros, para que también vuestro Padre del cielo os perdone vuestras culpas.»

jueves, 26 de mayo de 2016

Jueves de la 8ª semana del Tiempo Ordinario, año II

1 Pedro 2,2-5.9-12
Salmo 99, 2.3.4.5: 
Entrad en la presencia del Señor con vítores
Marcos 10,46-52

1 Pedro 2,2-5.9-12

Como el niño recién nacido ansía la leche, ansiad vosotros la auténtica, no adulterada, para crecer con ella sanos; ya que habéis saboreado lo bueno que es el Señor. Acercándoos al Señor, la piedra viva desechada por los hombres, pero escogida y preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción del templo del Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por Jesucristo. Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa. Antes erais «no pueblo», ahora sois «pueblo de Dios»; antes erais «no compadecidos», ahora sois «compadecidos». Queridos hermanos, como forasteros en país extraño, os recomiendo que os apartéis de los deseos carnales que os hacen la guerra. Vuestra conducta entre los gentiles sea buena; así, mientras os calumnian como si fuerais criminales, verán con sus propios ojos que os portáis honradamente y darán gloria a Dios el día que él los visite.

Salmo 99, 2.3.4.5
R. Entrad en la presencia del Señor con vítores

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.
R. Entrad en la presencia del Señor con vítores

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
R. Entrad en la presencia del Señor con vítores

Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias
y bendiciendo su nombre.
R. Entrad en la presencia del Señor con vítores

«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.»
R. Entrad en la presencia del Señor con vítores

Marcos 10,46-52

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
— Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más:
— Hijo de David, ten compasión de mí.»
Jesús se detuvo y dijo:
— Llamadlo.
Llamaron al ciego, diciéndole:
— Ánimo, levántate, que te llama.
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo:
— ¿Qué quieres que haga por ti?
El ciego le contestó:
— Maestro, que pueda ver.
Jesús le dijo:
— Anda, tu fe te ha curado.
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Marcos 10,32-46: Tercer anuncio de la Pasión. Petición de Santiago y Juan

Marcos 10,35-46
Miércoles de la 8 Semana del Tiempo Ordinario, año II, (10,32-45)
Domingo de la 29 Semana del Tiempo Ordinario, Año B, (10,35-46)

En aquel tiempo, los discípulos iban subiendo camino de Jerusalén, y Jesús se les adelantaba; los discípulos se extrañaban, y los que seguían iban asustados. Él tomó aparte otra vez a los Doce y se puso a decirles lo que le iba a suceder:
— Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán; y a los tres días resucitará.
10:35-46: Se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
— Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.
Les preguntó:
— ¿Qué queréis que haga por vosotros?
Contestaron:
— Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.
Jesús replicó:
— No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?
Contestaron:
— Lo somos.
Jesús les dijo:
— El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo:
— Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.

SOBRE EL MISMO TEMA: 
Papa Francisco   

Miércoles de la 8ª Semana del Tiempo Ordinario, año II (Lecturas)

1 Pedro 1,18-25
Salmo 147,12-13.14-15.19-20
R. Glorifica al Señor, Jerusalén
Marcos 10,32-45

1 Pedro 1,18-25

Ya sabéis con qué os rescataron de ese proceder inútil recibido de vuestros padres: no con bienes efímeros, con oro o plata, sino a precio de la sangre de Cristo, el Cordero sin defecto ni mancha, previsto antes de la creación del mundo y manifestado al final de los tiempos por vuestro bien. Por Cristo vosotros creéis en Dios, que lo resucitó de entre los muertos y le dio gloria, y así habéis puesto en Dios vuestra fe y vuestra esperanza. Ahora que estáis purificados por vuestra obediencia a la verdad y habéis llegado a quereros sinceramente como hermanos, amaos unos a otros de corazón e intensamente. Mirad que habéis vuelto a nacer, y no de una semilla mortal, sino de una inmortal, por medio de la palabra de Dios viva y duradera, porque «toda carne es hierba y su belleza como flor campestre: se agosta la hierba, la flor se cae; pero la palabra del Señor permanece para siempre.» Y esa palabra es el Evangelio que os anunciamos.

Salmo 147,12-13.14-15.19-20
R. Glorifica al Señor, Jerusalén

Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti.
R. Glorifica al Señor, Jerusalén

Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz.
R. Glorifica al Señor, Jerusalén

Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
R. Glorifica al Señor, Jerusalén

Marcos 10,32-45

En aquel tiempo, los discípulos iban subiendo camino de Jerusalén, y Jesús se les adelantaba; los discípulos se extrañaban, y los que seguían iban asustados. Él tomó aparte otra vez a los Doce y se puso a decirles lo que le iba a suceder:
— Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán; y a los tres días resucitará.
Se le acercaron los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
— Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir.
Les preguntó:
— ¿Qué queréis que haga por vosotros?
Contestaron:
— Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda.
Jesús replicó:
— No sabéis lo que pedís, ¿sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber, o de bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?
Contestaron:
— Lo somos.
Jesús les dijo:
— El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado.
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, reuniéndolos, les dijo:
— Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. Vosotros, nada de eso: el que quiera ser grande, sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos.

martes, 24 de mayo de 2016

MARTES DE LA 8 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Ciclo II (Lecturas)

I Pedro 1,10-16
Salmo 97,1.2-3ab.3c-4: 
El Señor da a conocer su victoria
Marcos 10,28-31

I Pedro 1,10-16

Queridos hermanos: La salvación fue el tema que investigaron y escrutaron los profetas, los que predecían la gracia destinada a vosotros. El Espíritu de Cristo, que estaba en ellos, les declaraba por anticipado los sufrimientos de Cristo y la gloria que seguiría; ellos indagaron para cuándo y para qué circunstancia lo indicaba el Espíritu. Se les reveló que aquello de que trataban no era para su tiempo, sino para el vuestro. Y ahora se os anuncia por medio de predicadores que os han traído el Evangelio con la fuerza del Espíritu enviado del cielo. Son cosas que los ángeles ansían penetrar.Por eso, estad interiormente preparados para la acción, controlándoos bien, a la expectativa del don que os va a traer la revelación de Jesucristo. Como hijos obedientes, no os amoldéis más a los deseos que teníais antes, en los días de vuestra ignorancia. El que os llamó es santo; como él, sed también vosotros santos en toda vuestra conducta, porque dice la Escritura: "Seréis santos, porque yo soy santo."

Salmo 97,1.2-3ab.3c-4: 
El Señor da a conocer su victoria

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
R. El Señor da a conocer su victoria

El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel.
R. El Señor da a conocer su victoria

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclamad al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.
R. El Señor da a conocer su victoria

Marcos 10,28-31

En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: "Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido." Jesús dijo: "Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más -casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros."

lunes, 23 de mayo de 2016

LUNES DE LA 8 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año II (Lecturas)

I Pedro 1,3-9
Salmo 110,1-2.5-6.9ab.10c
El Señor recuerda siempre su alianza
Marcos 10,17-27

I Pedro 1,3-9

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva, para una herencia incorruptible, pura, imperecedera, que os está reservada en el cielo. La fuerza de Dios os custodia en la fe para la salvación que aguarda a manifestarse en el momento final.Alegraos de ello, aunque de momento tengáis que sufrir un poco, en pruebas diversas: así la comprobación de vuestra fe -de más precio que el oro, que, aunque perecedero, lo aquilatan al fuego- llegará a ser alabanza y gloria y honor cuando se manifieste Jesucristo. No habéis visto a Jesucristo, y lo amáis; no lo veis, y creéis en él; y os alegráis con un gozo inefable y transfigurado, alcanzando así la meta de vuestra fe: vuestra propia salvación.

Salmo 110,1-2.5-6.9ab.10c:
El Señor recuerda siempre su alianza

Doy gracias al Señor de todo corazón,
en compañía de los rectos, en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor,
dignas de estudio para los que las aman.
R. El Señor recuerda siempre su alianza

Él da alimento a sus fieles,
recordando siempre su alianza;
mostró a su pueblo la fuerza de su obrar,
dándoles la heredad de los gentiles.
R. El Señor recuerda siempre su alianza

Envió la redención a su pueblo,
ratificó para siempre su alianza;
la alabanza del Señor dura por siempre.
R. El Señor recuerda siempre su alianza

Marcos 10,17-27

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?" Jesús le contestó: "¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre." Él replicó: "Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño." Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: "Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dales el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, luego sígueme." A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico.Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: "¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!" Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: "Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios." Ellos se espantaron y comentaban: "Entonces, ¿quién podrá salvarse?" Jesús se les quedó mirando y les dijo: "Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo."

sábado, 21 de mayo de 2016

Santiago 5,13-20: Eficacia de la oración y corrección fraterna

Santiago 5,13-20
Sábado de la 7 Semana del Tiempo Ordinario, año II

Queridos hermanos: ¿Sufre alguno de vosotros? Rece. ¿Está alegre alguno? Cante cánticos. ¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, y que recen sobre él, después de ungirlo con óleo, en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo curará, y, si ha cometido pecado, lo perdonará. Así, pues, confesaos los pecados unos a otros, y rezad unos por otros, para que os curéis. Mucho puede hacer la oración intensa del justo. Elías, que era un hombre de la misma condición que nosotros, oró fervorosamente para que no lloviese; y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Luego volvió a orar, y el cielo derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos. Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro lo encamina, sabed que uno que convierte al pecador de su extravío se salvará de la muerte y sepultará un sinfín de pecados.

SALMO 141 (140): Suba mi oración como incienso ante ti

SALMO 141 (140)

Suba mi oración, Señor, como incienso ante ti
141:1 Salmo de David.
Yo te invoco, Señor, ven pronto en mi ayuda:
escucha mi voz cuando te llamo;
141:2 que mi oración suba hasta ti como el incienso,
y mis manos en alto, como la ofrenda de la tarde.
141:3 Coloca, Señor, un guardián en mi boca
y un centinela a la puerta de mis labios;
141:4 no dejes que mi corazón se incline a la maldad,
o a cometer delitos con hombres perversos.
¡No, nunca gustaré de sus manjares!
141:5 Que el justo me golpee como amigo y me corrija,
pero que el óleo del malvado no perfume mi cabeza:
yo seguiré oponiendo mi oración a sus maldades.
141:6 Sus príncipes cayeron despeñados,
esos que se complacían en oírme decir:
141:7 "Como una piedra de molino hecha pedazos
están esparcidos nuestros huesos
ante las fauces del Abismo".
141:8 Pero mis ojos, Señor, están fijos en ti:
en ti confío, no me dejes indefenso.
141:9 Protégeme del lazo que me han tendido
y de las trampas de los que hacen el mal.
141:10 ¡Caigan los malvados en sus propias redes,
mientras yo paso sin hacerme daño!

SOBRE EL SALMO 141 (140):  
Salmo 141,1-2.3.8    

Salmo 141,1-2.3.8: Suba mi oración como incienso en tu presencia, Señor

Sábado de la 7 Semana del Tiempo Ordinario, año II

Salmo 141,1-2.3.8: Suba mi oración 
como incienso en tu presencia, Señor

Señor, te estoy llamando, ven deprisa,
escucha mi voz cuando te llamo.
Suba mi oración como incienso en tu presencia,
el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.
R. Suba mi oración 
como incienso en tu presencia, Señor

Coloca, Señor, una guardia en mi boca,
un centinela a la puerta de mis labios.
Señor, mis ojos están vueltos a ti,
en ti me refugio, no me dejes indenfenso.
R. Suba mi oración 
como incienso en tu presencia, Señor

viernes, 20 de mayo de 2016

Iglesia: ¿Católica o plural? San Cirilo de Jerusalén, por Néstor Mora Núñez

En estos momentos vivimos un momento de fuertes tensiones dentro de la Iglesia. La fe que antes nos unía y reunía, ahora nos separa porque hemos perdido la capacidad de entender de la misma forma todo lo que nos permite caminar y trabajar unidos.

Esto se puede ver en la cantidad de malos entendidos que genera cualquier cosa que diga el Papa o cualquier católico con cierta relevancia. Vivimos una época parecida a la que nos cuenta la Torre de Babel y en gran parte nuestro problema es que intentamos edificar torres humanas para llegar a Dios.

El pelagianismo unido al nominalismo, impiden que las palabras tengan el mismo significado para nosotros y que nuestras acciones se enfoquen hacia un mismo ideal. De hecho hasta rechazamos los ideales como algo obsoleto y falto de sentido en el siglo XXI. En esto se puede ver claramente que la postmodernidad ha entrado para quedarse por muchos años en la Iglesia.

Se le llama «católica» porque está difundida por todo el orbe desde unos confines a otros de la tierra y puesto que enseña de modo completo, y sin que falte nada, todos los dogmas que los hombres deben conocer sobre las cosas visibles e invisibles, celestiales y terrenas. Y también porque ha sometido al culto recto a toda clase de hombres, príncipes y hombres comunes, doctos e inexpertos. Y finalmente porque sana y cura toda clase de pecados que se cometen con el alma y el cuerpo. Ella (la Iglesia) posee todo género de virtud, cualquiera que sea su nombre, en hechos y en palabras y en dones espirituales de cualquier especie. (San Cirilo de Jerusalén. Catequesis 18,13)

La Iglesia de Cristo es Una, Santa, Católica y Apostólica, pero esta definición ya no nos dice nada que entendamos de forma única y coherente.

Hace unos meses, en una reunión de parroquianos, un feligrés hizo una encendida apología de la pluralidad de la Iglesia, llegando a identificar esta pluralidad con la catolicidad. Catolicidad y pluralidad con conceptos diferentes que se excluyen mutuamente. La pluralidad indica que existen partes diferentes dentro una estructura social y que la convivencia de “lo diferente” necesita de tolerancia. La catolicidad resalta lo común a todos los seres humanos, cultural, carismas y sensibilidades, etc, que nos permite vivir la misma fe con caridad entre nosotros.

Pero el nombre de «Iglesia» se acomoda a realidades diversas, de modo que también de la multitud que se encontraba en el teatro de los efesios está escrito: «Dicho esto, disolvió la asamblea» (Hech 19,40). También alguien dijo intencionadamente que la «asamblea de malhechores» (Sal 26,5) es el conjunto de los herejes: me refiero a los marcionitas, maniqueos y a los restantes. Por tanto, la fe te muestra muy cautamente que esto es lo que has de sostener: «Y en la Iglesia, una santa, católica», para que, huyendo de esos grupos abominables, te adhieras siempre a la santa Iglesia católica, en la cual volviste a nacer. Y si alguna vez viajas por ciudades diversas, no preguntes simplemente dónde está el templo donde se reúnen los cristianos, pues también las restantes sectas y herejías de los impíos se esfuerzan en hacer presentables sus madrigueras con el nombre del templo, ni simplemente dónde está la iglesia, sino dónde hay una Iglesia Católica, pues éste es el nombre propio de esta santa Iglesia, Madre de todos nosotros. Ella es ciertamente la esposa de nuestro Señor Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios (pues está escrito: «como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella», etc., Ef 5,25 ss) y ofrece una imagen y una imitación de «la Jerusalén de arriba», que «es libre; ésa es nuestra madre» (Gál 4,26). Habiendo sido ella anteriormente estéril, ahora es madre de una numerosa prole (cf. Gál 4,27 e Is 54.1). (San Cirilo de Jerusalén. Catequesis 18, 26)

Una iglesia plural es la que se denomina de la misma forma, pero que en su interior hay muchas partes que no se mezclan. En algunas definiciones de pluralidad se indica el carácter partidista de cada parte y la necesidad de que reclame su espacio vital dentro del todo donde se incluye.

Una Iglesia Católica es en la que todos estamos unidos por la misma fe y los carismas, sensibilidades y gustos, trabajan unidos para bien de todos. No hay partidos que reclamen su representatividad, sino un solo corazón que late unido y trabaja unido. La post modernidad intenta vendernos que todos somos diferentes y que lo que nos diferencia es lo importante. La caridad nos muestra que todos somos seres humanos con los mismos límites, defectos y heridas por el pecado, por lo que tenemos tanto que nos une, que lo poco que nos diferencia debe complementarnos unos a otros.

No es sencillo mostrar el ideal de una Iglesia Unida en la Caridad, cuando lo que se impone actualmente es una iglesia aparente, formada por grupos que se ignoran y que lo único que nos une es una denominación común. Pongamos un ejemplo, el Cardenal Kasper señala que en Alemania puede haber una solución diferente que en África, para las personas divorciadas vueltas a casar. En esta línea, algunos sacerdotes y obispos llegan a proponer que dejemos de juzgar las apariencias externas y que cada cual se guie por su conciencia moral personal. Las celebraciones Litúrgicas cambian de un templo a otro y de un sacerdote a otro. El entendimiento del pecado, el infierno, la unidad, la caridad y hasta del mismo Cristo, cambian de una persona a otra. ¿Cómo podemos trabajar unidos en esta Torre de Babel? Es imposible si contamos con nuestras propias fuerzas. Sólo el Espíritu Santo nos puede guiar hacia esa unidad que tanto necesitamos.

Por desgracia tendremos que esperar a que las Torres de Babel que estamos creando queden vacías y el Espíritu Santo vuelva a llamarnos desde la simplicidad del Kerigma que se transmita a través de un verdadero discípulo de Cristo, como sucedió tras Pentecostés.

AUTOR: Néstor Mora Núñez. Soy católico, casado con tres hijos en el mundo. Nací en 1965 en San José (Costa Rica) de padre costarricense y madre española, por lo que me enorgullezco de ser español de América. Estudié en colegio Santa Catalina de Sena en Costa Rica y San Felipe Neri en Cádiz (España). Mi formación universitaria parte de la ingeniería electrónica, pero ha ido evolucionando hacia el campo de los computadores, conocimiento y nuevas tecnologías de la información. En el plano de servicio a la Iglesia me ocupo del diseño y mantenimiento de diversas webs de asociaciones católicas y la web de mi parroquia. Néstor Mora Núñez, es autor, editor y responsable del Blog La divina proporción, alojado en el espacio web de www.religionenlibertad.com

Perfil del Buen Sacerdote, por el papa Francisco

El P. Jorge Bergoglio,
hoy papa Francisco,
en sus primeros años de sacerdote.

Marcos 10,1-12: Jesús, sobre el matrimonio, no se deja liar por la casuística de teólogos iluminados, por el papa Francisco

Marcos 10,1-12  

En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba. Se acercaron unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?" Él les replicó: "¿Qué os ha mandodo Moisés?" Contestaron: "Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio." Jesús les dijo: "Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandorá el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne." De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre."En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: "Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio."

— Comentario por el papa Francisco
Jesús, sobre el matrimonio, no se deja liar por la casuística de teólogos iluminados

El Papa Francisco ha reflexionado este viernes por la mañana, en la homilía de la misa celebrada en Santa Marta, sobre el Evangelio en el que Jesús habla a los fariseos del adulterio. Cristo, ha afirmado el Papa, supera la visión humana que reduce la visión de Dios a una “ecuación casuística”.

Así, ha explicado que el Evangelio habla de las “trampas”, en las que los fariseos y doctores de la ley tratan de hacer caer a Jesús para sorprenderle desprevenido, hacerle perder la autoridad y el crédito que tiene entre la gente. Y una de tantas es la que el Evangelio del día narra, cuando los fariseos le preguntan si es lícito repudiar a la mujer.

El Santo Padre lo ha definido como la “trampa” de la “casuística”, inventada “por un pequeño grupito de teólogos iluminados”, convencidos “de tener toda la ciencia y la sabiduría del pueblo de Dios”. Una trampa de la que Jesús sale yendo “más allá”, “a la plenitud del matrimonio”, ha explicado el Pontífice.

A propósito, el papa Francisco ha explicado que Jesús ya lo hizo en el pasado con los saduceos, sobre la mujer que había tenido siete maridos pero que en la resurrección no estará casada con ninguno porque en el cielo no se toma “ni mujer ni marido”.

En ese caso, tal y como ha recordado el Papa, Jesús se refirió a la “plenitud escatológica” del matrimonio. Con los fariseos, sin embargo, “va a la plenitud de la armonía de la creación”: “Dios los creó hombre y mujer” y los “dos serán una carne sola”. Ya no son dos, sino una sola carne. Por lo tanto, ha precisado Francisco, lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre.

Asimismo, el Pontífice ha indicado que Jesús nunca negocia la verdad. Y este pequeño grupo de teólogos iluminados, negociaban siempre la verdad, reduciéndola a casuística. De este modo, ha insistido en que “Jesús no negocia la verdad. Y esta es la verdad sobre el matrimonio, no hay otra”.

Pero Jesús –ha añadido el Papa– es tan misericordioso, es tan grande, que nunca, nunca, nunca cierra la puerta a los pecadores. Por eso no se limita a enunciar la verdad de Dios sino que pregunta también a los fariseos lo que Moisés estableció en la ley. Y cuando los fariseos le repiten que contra el adulterio es lícito “un acto de repudio”, Jesús les replica que esa norma fue escrita “por la dureza de vuestro corazón”.

Es decir, ha aseverado el Papa, Jesús distingue siempre entre la verdad y la debilidad humana, sin rodeos.

“En este mundo en el que vivimos, con esta cultura de lo provisional, esta realidad de pecado es muy fuerte. Pero Jesús, recordando a Moisés, nos dice: ‘Pero, hay dureza en el corazón, hay pecado, algo se puede hacer: el perdón, la comprensión, el acompañamiento, la integración, el discernimiento de estos casos… Pero siempre… ¡pero la verdad no se vende nunca!’. Y Jesús es capaz de decir esta verdad tan grande y al mismo tiempo ser muy comprensivo con los pecadores, con los débiles”, ha explicado el Santo Padre.

Por lo tanto, el Pontífice ha subrayado que estas son las dos cosas que Jesús nos enseña: “la verdad y la comprensión”, lo que los “teólogos iluminados” no consiguen hacer, porque están cerrados en la trampa “de la ecuación matemática” del “¿se puede? ¿no se puede?”. Y así, son “incapaces tanto de horizontes grandes como de amor” por la debilidad humana.

Es suficiente con mirar la “delicadeza” con la que Jesús trata a la adúltera que va a ser lapidada: “Yo tampoco te condeno, ve y de ahora en adelante no peques más”.

Para finalizar la homilía, Francisco ha pedido que “Jesús nos enseña a tener con el corazón una gran adhesión a la verdad y también con el corazón una gran comprensión y acompañamiento a todos nuestros hermanos que están en dificultad”.

Y esto es un don –ha observado– esto lo enseña el Espíritu Santo, no estos doctores iluminados, que para enseñarnos necesitan reducir la plenitud de Dios a una ecuación casuística.

Las uniones entre personas del mismo sexo "no pueden equipararse sin más" al matrimonio (Conferencia Episcopal Mexicana)


VIERNES DE LA 7 SEMANA, ciclo II (Lecturas)

Santiago 5,9-12
Salmo 103,1-2.3-4.8-9.11-12
El Señor es compasivo y misericordioso
Marcos 10,1-12

Santiago 5,9-12

No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta. Tomad, hermanos, como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor. Llamamos dichosos a los que tuvieron constancia. Habéis oído ponderar la paciencia de Job y conocéis el fin que le otorgó el Señor. Porque el Señor es compasivo y misericordioso. Pero ante todo, hermanos míos, no juréis ni por el cielo ni por la tierra, ni pronunciéis ningún otro juramento; vuestro sí sea un sí y vuestro no un no, para no exponeros a ser juzgados.

Salmo 103,1-2.3-4.8-9.11-12: 
El Señor es compasivo y misericordioso

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.
R. El Señor es compasivo y misericordioso

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.
R. El Señor es compasivo y misericordioso

El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo.
R. El Señor es compasivo y misericordioso

Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
R. El Señor es compasivo y misericordioso

Marcos 10,1-12

En aquel tiempo, Jesús se marchó a Judea y a Transjordania; otra vez se le fue reuniendo gente por el camino, y según costumbre les enseñaba. Se acercaron unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?" Él les replicó: "¿Qué os ha mandodo Moisés?" Contestaron: "Moisés permitió divorciarse, dándole a la mujer un acta de repudio." Jesús les dijo: "Por vuestra terquedad dejó escrito Moisés este precepto. Al principio de la creación Dios "los creó hombre y mujer. Por eso abandorá el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne." De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre."En casa, los discípulos volvieron a preguntarle sobre lo mismo. Él les dijo: "Si uno se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio."

Santiago 5,9-12: No juréis ni por el cielo ni por la tierra

Santiago 5,9-12  
Viernes de la 7 Semana del Tiempo Ordinario, año II     

No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta. Tomad, hermanos, como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor. Llamamos dichosos a los que tuvieron constancia. Habéis oído ponderar la paciencia de Job y conocéis el fin que le otorgó el Señor. Porque el Señor es compasivo y misericordioso. Pero ante todo, hermanos míos, no juréis ni por el cielo ni por la tierra, ni pronunciéis ningún otro juramento; vuestro sí sea un sí y vuestro no un no, para no exponeros a ser juzgados.

Salmo 103,1-2.3-4.8-9.11-12: El Señor es compasivo y misericordioso

Viernes de la 7 Semana del Tiempo Ordinario, año II

Salmo 103,1-2.3-4.8-9.11-12: 
El Señor es compasivo y misericordioso

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.
R. El Señor es compasivo y misericordioso

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.
R. El Señor es compasivo y misericordioso

El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo.
R. El Señor es compasivo y misericordioso

Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
R. El Señor es compasivo y misericordioso  

SOBRE EL SALMO 103  

jueves, 19 de mayo de 2016

JUEVES DE LA 7 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, ciclo II (Lecturas)

Santiago 5,1-6
Salmo 49,14-15ab.15cd-16.17-18.19-20
Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos
Marcos 9,41-50

Santiago 5,1-6

Ahora, vosotros, los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias que os han tocado. Vuestra riqueza está corrompida y vuestros vestidos están apolillados. Vuestro oro y vuestra plata están herrumbrados, y esa herrumbre será un testimonio contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego. ¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final!El jornal defraudado a los obreros que han cosechado vuestros campos está clamando contra vosotros; y los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en este mundo con lujo y entregados al placer. Os habéis cebado para el día de la matanza. Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste.

Salmo 49,14-15ab.15cd-16.17-18.19-20:
Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos

Éste es el camino de los confiados,
el destino de los hombres satisfechos:
son un rebaño para el abismo,
la muerte es su pastor.
R. Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos

Y bajan derechos a la tumba;
se desvanece su figura,
y el abismo es su casa.
Pero a mí, Dios me salva,
me saca de las garras del abismo
y me lleva consigo.
R. Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos

No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él.
R. Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos

Aunque en vida se felicitaba:
"Ponderan lo bien que lo pasas",
irá a reunirse con sus antepasados,
que no verán nunca la luz.
R. Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos

Marcos 9,41-50

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.Todos serán salados a fuego. Buena es la sal; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la sazonaréis? Que no falte entre vosotros la sal, y vivid en paz unos con otros."

Salmo 49,14-15ab.15cd-16.17-18.19-20: Dichosos los pobres de espíritu porque de ellos es el reino de los cielos

Jueves de la 7 Semana del Tiempo Ordinario, año II

Salmo 49,14-15ab.15cd-16.17-18.19-20: 
Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos

Éste es el camino de los confiados,
el destino de los hombres satisfechos:
son un rebaño para el abismo,
la muerte es su pastor.
R. Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos

Y bajan derechos a la tumba;
se desvanece su figura,
y el abismo es su casa.
Pero a mí, Dios me salva,
me saca de las garras del abismo
y me lleva consigo.
R. Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos

No te preocupes si se enriquece un hombre
y aumenta el fasto de su casa:
cuando muera, no se llevará nada,
su fasto no bajará con él.
R. Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos

Aunque en vida se felicitaba:
"Ponderan lo bien que lo pasas",
irá a reunirse con sus antepasados,
que no verán nunca la luz.
R. Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos

Santiago 5,1-6: Advertencia a los ricos

Santiago 5,1-6
Jueves de la 7 Semana del Tiempo Ordinario, año II

Ahora, vosotros, los ricos, llorad y lamentaos por las desgracias que os han tocado. Vuestra riqueza está corrompida y vuestros vestidos están apolillados. Vuestro oro y vuestra plata están herrumbrados, y esa herrumbre será un testimonio contra vosotros y devorará vuestra carne como el fuego. ¡Habéis amontonado riqueza, precisamente ahora, en el tiempo final! El jornal defraudado a los obreros que han cosechado vuestros campos está clamando contra vosotros; y los gritos de los segadores han llegado hasta el oído del Señor de los ejércitos. Habéis vivido en este mundo con lujo y entregados al placer. Os habéis cebado para el día de la matanza. Condenasteis y matasteis al justo; él no os resiste.

miércoles, 18 de mayo de 2016

Santiago 4,13-17: Inseguridad del mañana

Santiago 4,13-17
Miércoles de la 7 Semana del Tiempo Ordinario, año II

Queridos hermanos: Vosotros decís: "Mañana o pasado iremos a esa ciudad y pasaremos allí el año negociando y ganando dinero". Y ni siquiera sabéis qué pasará mañana. Pues, ¿qué es vuestra vida? Una nube que aparece un momento y en seguida desaparece. Debéis decir así: "Si el Señor lo quiere y vivimos, haremos esto o lo otro." En vez de eso, no paráis de hacer grandes proyectos, fanfarroneando; y toda jactancia de ese estilo es mala cosa. Al fin y al cabo, quien conoce el bien que debe hacer y no lo hace es culpable.

SALMO 49 (48): El hombre no perdura en el lujo

SALMO 49 (48)

El hombre no perdura en el lujo
49:1 Del maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo.
49:2 Oigan esto, todos los pueblos;
escuchen, todos los habitantes del mundo:
49:3 tanto los humildes como los poderosos,
el rico lo mismo que el pobre.
49:4 Mi boca hablará sabiamente,
mis reflexiones serán muy sensatas.
49:5 Voy a inspirarme para componer un proverbio,
revelaré mi enigma al son de la cítara.
49:6 ¿Por qué voy a temer
en los momentos de peligro,
cuando me rodea la maldad de mis opresores,
49:7 de esos que confían en sus riquezas
y se jactan de su gran fortuna?
49:8 No, nadie puede rescatarse a sí mismo
ni pagar a Dios el precio de su liberación,
49:10 para poder seguir viviendo eternamente
sin llegar a ver el sepulcro:
49:9 el precio de su rescate es demasiado caro,
y todos desaparecerán para siempre.
49:11 Cualquiera ve que mueren los sabios;
necios e ignorantes perecen por igual,
y dejan a otros sus riquezas:
49:12 la tumba es su residencia perpetua,
su morada por los siglos de los siglos,
por más que hayan poseído muchas tierras.
49:13 Ningún hombre permanece en la opulencia,
sino que muere lo mismo que los animales:
49:14 este es el destino de los que tienen riquezas,
y el final de la gente insaciable. Pausa
49:15 Serán puestos como ovejas en el Abismo,
la Muerte será su pastor;
bajarán derecho a la tumba,
su figura se desvanecerá
y el Abismo será su mansión.
49:16 Pero Dios rescatará mi vida,
me sacará de las garras del Abismo. Pausa
49:17 No te preocupes cuando un hombre
se enriquece
o aumenta el esplendor de su casa:
49:18 cuando muera, no podrá llevarse nada,
su esplendor no bajará con él.
49:19 Aunque en vida se congratulaba, diciendo:
"Te alabarán porque lo pasas bien",
49:20 igual irá a reunirse con sus antepasados,
con esos que nunca verán la luz.
49:21 El hombre rico no reflexiona,
y muere lo mismo que los animales.

SOBRE EL SALMO 49 (48):  
Salmo 49,2-3.6-7.8-10.11  
Salmo 49,14-15ab.15cd-16.17-18.19-20   

Salmo 49,2-3.6-7.8-10.11: Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos

Miércoles de la 7 Semana del Tiempo Ordinario, año II

Salmo 49,2-3.6-7.8-10.11: 
Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos

Oíd esto, todas las naciones;
escuchadlo, habitantes del orbe:
plebeyos y nobles, ricos y pobres.
R. Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos

¿Por qué habré de temer los días aciagos,
cuando me cerquen y acechen los malvados,
que confían en su opulencia
y se jactan de sus inmensas riquezas?
R. Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos

¿Si nadie puede salvarse
ni dar a Dios un rescate?
Es tan caro el rescate de la vida,
que nunca les bastará
para vivir perpetuamente
sin bajar a la fosa.
R. Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos

Mirad: los sabios mueren,
lo mismo que perecen los ignorantes y necios,
y legan sus riquezas a extraños.
R. Dichosos los pobres en el espíritu, 
porque de ellos es el reino de los cielos

Marcos 9,38-40: Intolerancia de los apóstoles

Marcos 9,38-40
Miércoles de la 7 Semana del Tiempo Ordinario, año II
Domingo de la 26 Semana del Tiempo Ordinario, Año I

En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros." Jesús respondió: "No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro.

COMENTARIOS:
El que no está con nosotros están por nosotros 
Nadie tiene la exclusiva de Jesús  

¿Cómo confesar? Acercando a Dios


martes, 17 de mayo de 2016

Primeras Comuniones: dignidad, sencillez, traje de calle, donativo a los pobres y no regalar móviles

Marcos 9,30-37: Trepadores en la Iglesia, por el papa Francisco

Marcos 9,30-37

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará." Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle.Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: "¿De qué discutíais por el camino?" Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: "Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos." Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: "El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado."

— Comentario por el papa Francisco
El papa Francisco previene contra los trepadores en la Iglesia que pisan a otros para ascender

El Papa Francisco ha recordado en la homilía de la misa celebrada en la mañana del martes en la capilla de la Casa Santa Marta que el camino que indica Jesús es el del servicio, pero a menudo en la Iglesia se busca poder, dinero y vanidad.

Ha advertido además que los cristianos deben vencer la “tentación mundana” que divide a la Iglesia y ha prevenido contra los “trepadores” que tienen la tentación de destruir al otro “para subir alto”.

De este modo ha recordado, tal y como se lee en el Evangelio del día, que Jesús enseñaba a los discípulos el camino del servicio, pero ellos se preguntaban quién era el más grande entre ellos.

Jesús habla en un lenguaje de humillación, de muerte, de redención y ellos hablan en una lengua de trepadores: ¿quién subirá más alto al poder?

Al respecto, el Papa ha indicado que esta es “una tentación que tenían”, eran “tentados por la forma de pensar del mundo mundano”. Se preguntan quién era el más grande mientras que Jesús les pide ser el último, “servidor de todos”.

En esta misma línea, Francisco ha asegurado que “en el camino que Jesús les indica para ir adelante, el servicio es la regla. El más grande es el que sirve, el que está más al servicio de los otros, no el que presume, que busca el poder, el dinero… la vanidad, el orgullo… No, estos nos son grandes”. Y así ha advertido de que en toda comunidad –en las parroquias o en las instituciones– siempre está este deseo de trepar, de tener el poder.

También en la primera lectura, de la Carta de Santiago, ha añadido Francisco, advierte sobre las pasiones por el poder, las envidias, los celos que destruyen al otro.

Y este es el mensaje también para la Iglesia hoy. Mientras el mundo habla de quién tiene más poder para mandar, Jesús afirma haber venido al mundo “para servir”, no “para ser servido”.

De este modo ha explicado que la envidia y los celos destruyen todo. Por eso ha recordado que esto sucede hoy en cada institución de la Iglesia: parroquias, colegios, episcopados… “Las ganas del espíritu del mundo, que es espíritu de riqueza, vanidad y orgullo”, ha señalado.

Jesús –ha aseverado– ha venido al mundo para servir y nos ha enseñado el camino en la vida cristiana: el servicio, la humildad.

Por otro lado, el Pontífice ha precisado que “cuando los grandes santos decían que se sentían muy pecadores es porque habían entendido este espíritu del mundo que estaba dentro de ellos y habían tenido muchas tentaciones mundanas”. Ninguno de nosotros puede decir: ‘No, yo soy una persona santa, limpia’, ha precisado Francisco.

Por esto, ha explicado que todos somos tentados por nuestras cosas, somos tentados de destruir al otro para subir más arriba. “Es una tentación mundana, pero que divide y destruye la Iglesia, no es el Espíritu de Jesús”, ha añadido.

A finalizar la homilía, el Santo Padre ha invitado a pensar en las muchas veces que hemos visto esto en la Iglesia y en las muchas veces que nosotros hacemos esto. Y por esta razón, “pedir al Señor que nos ilumine, para entender que el amor por el mundo, es decir por este espíritu mundano, es enemigo de Dios”.

Santiago 4,1-10: Exhortación a eliminar las discordias

Santiago 4,1-10
Martes de la 7 Sermana del Tiempo Ordinario, ciclo II

Queridos hermanos: ¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, que luchan en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis; matáis, ardéis en envidia y no alcanzáis nada; os combatís y os hacéis la guerra. No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones. ¡Adúlteros! ¿No sabéis que amar el mundo es odiar a Dios?El que quiere ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios. No en vano dice la Escritura: "El espíritu que Dios nos infundió está inclinado al mal." Pero mayor es la gracia que Dios nos da. Por eso dice la Escritura: "Dios se enfrenta con los soberbios y da su gracia a los humildes." Someteos, pues, a Dios y enfrentaos con el diablo, que huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y Dios se acercará a vosotros. Pecadores, lavaos las manos; hombres indecisos, purificaos el corazón, lamentad vuestra miseria, llorad y haced duelo; que vuestra risa se convierta en llanto y vuestra alegría en tristeza. Humillaos ante el Señor, que él os levantará.

Salmo 55 (54): Señor, he puesto en ti mi confianza

SALMO 55 (54)

Señor, he puesto en ti mi confianza
55:1 Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda.
Poema de David.

Temor ante el peligro
55:2 Dios mío, escucha mi oración,
no seas insensible a mi súplica;
55:3 atiéndeme y respóndeme.
La congoja me llena de inquietud;
55:4 estoy turbado por los gritos del enemigo,
por la opresión de los malvados:
porque acumulan infamias contra mí
y me hostigan con furor.
55:5 Mi corazón se estremece dentro de mi pecho,
me asaltan los horrores de la muerte,
55:6 me invaden el temor y el temblor,
y el pánico se apodera de mí.
55:7 ¡Quién me diera alas de paloma
para volar y descansar!
55:8 Entonces huiría muy lejos,
habitaría en el desierto. Pausa
55:9 Me apuraría a encontrar un refugio
contra el viento arrasador y la borrasca.

Angustia por el estado de la ciudad
55:10 Confunde sus lenguas, Señor, divídelas,
porque no veo más que violencia
y discordia en la ciudad,
55:11 rondando día y noche por sus muros.
Dentro de ella hay maldad y opresión,
55:12 en su interior hay ruindad;
la crueldad y el engaño
no se apartan de sus plazas.

Queja por la traición del amigo
55:13 Si fuera mi enemigo el que me agravia,
podría soportarlo;
si mi adversario se alzara contra mí,
me ocultaría de él.
55:14 ¡Pero eres tú, un hombre de mi condición,
mi amigo y confidente,
55:15 con quien vivía en dulce intimidad:
juntos íbamos entre la multitud
a la Casa del Señor!

Imprecación contra los enemigos
55:16 Que la muerte los sorprenda,
que bajen vivos al Abismo,
porque dentro de sus moradas
sólo existe la maldad.
55:17 Yo, en cambio, invoco al Señor,
y él me salvará.
55:18 De tarde, de mañana, al mediodía,
gimo y me lamento,
pero él escuchará mi clamor.
55:19 Él puso a salvo mi vida;
se acercó cuando eran muy numerosos
los que estaban contra mí.
55:20 Dios, que reina desde siempre,
los oyó y los humilló. Pausa
Porque ellos no se corrigen
ni temen a Dios;
55:21 alzan las manos contra sus aliados
y violan los pactos.
55:22 Su boca es más blanda que la manteca,
pero su corazón desea la guerra;
sus palabras son más suaves que el aceite,
pero hieren como espadas.
55:23 Confía tu suerte al Señor,
y él te sostendrá:
nunca permitirá que el justo perezca.
55:24 Y tú, Dios mío, los precipitarás
en la fosa más profunda.
Los hombres sanguinarios y traidores
no llegarán ni a la mitad de sus días.
Yo, en cambio, confío en ti, Señor.

SOBRE EL SALMO 55 (54):  
Salmo 55,7-8.9-10a.10b-11.23    

Salmo 55,7-8.9-10a.10b-11.23: Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará

Martes de la 7 Semana del Tiempo Ordinario, año II

Salmo 55,7-8.9-10a.10b-11.23: 
Encomienda a Dios tus afanes, 
que él te sustentará

Pienso: "¡Quién me diera alas de paloma
para volar y posarme!
Emigraría lejos,
habitaría en el desierto."
R. Encomienda a Dios tus afanes, 
que él te sustentará

Me pondría en seguida a salvo de la tormenta,
del huracán que devora, Señor;
del torrente de sus lenguas."
R. Encomienda a Dios tus afanes, 
que él te sustentará

Violencia y discordia veo en la ciudad:
día y noche hacen la ronda
sobre sus murallas.
R. Encomienda a Dios tus afanes, 
que él te sustentará

Encomienda a Dios tus afanes,
que él te sustentará;
no permitirá jamás que el justo caiga.
R. Encomienda a Dios tus afanes, 
que él te sustentará

lunes, 16 de mayo de 2016

Santiago 3,13-18: La verdadera y la falsa sabiduría

Santiago 3,13-18
Lunes de la 7 Semana del Tiempo Ordinario, Año II

Queridos hermanos: ¿Hay alguno entre vosotros sabio y entendido? Que lo demuestre con una buena conducta y con la amabilidad propia de la sabiduría. Pero, si tenéis el corazón amargado por la envidia y las rivalidades, no andéis gloriándoos, porque sería pura falsedad. Esa sabiduría no viene del cielo, sino que es terrena, animal, diabólica. Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.

Salmo 19,8.9.10.15: Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón

Lunes de la 7 Semana deL Tiempo Ordinario, Año II

Salmo 19,8.9.10.15: 
Los mandatos del Señor son rectos 
y alegran el corazón

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.
R. Los mandatos del Señor son rectos 
y alegran el corazón

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.
R. Los mandatos del Señor son rectos 
y alegran el corazón

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.
R. Los mandatos del Señor son rectos 
y alegran el corazón

Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío.
R. Los mandatos del Señor son rectos 
y alegran el corazón

¿Qué es la palia?

PALIA:

Entre los objetos litúrgicos que los sacerdotes utilizamos para celebrar misa hay un pañito cuadrado o rectangular, que puede estar almidonado o incluso reforzado en su interior por una pieza rígida, que lleva el nombre de “palia”. Su función es tapar el cáliz de forma que se evite que caigan cosas extrañas en el vino.

 
 



sábado, 14 de mayo de 2016

Desata la tormenta al colocar en su parroquia un cartel indicando con qué prendas no se puede entrar por provocar los "instintos básicos del hombre"


14 de mayo: FIESTA DE SAN MATÍAS, APÓSTOL (Lecturas)

Hechos 1,15-17.20-26
Salmo 112: El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo
Juan 15,9-17

Hechos 1,15-17.20-26

Uno de aquellos días, Pedro se puso en pie en medio de los hermanos y dijo (había reunidas unas ciento veinte personas): "Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo, por boca de David, había predicho, en la Escritura, acerca de Judas, que hizo de guía a los que arrestaron a Jesús. Era uno de nuestro grupo y compartía el mismo ministerio. En el libro de los Salmos está escrito: "Que su morada quede desierta, y que nadie habite en ella", y también: "Que su cargo lo ocupe otro". Hace falta, por tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo de la resurrección de Jesús, uno de los que nos acompañaron mientras convivió con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba, hasta el día de su ascensión." Propusieron dos nombres: José, apellidado Barsabá, de sobrenombre Justo, y Matías. Y rezaron así: "Señor, tú penetras en el corazón de todos; muéstranos a cuál de los dos has elegido para que, en este ministerio apostólico, ocupe el puesto que dejó Judas para marcharse al suyo propio." Echaron suertes, le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles.

Salmo 112,1-2.3-4.5-6.7-8: 
El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo

Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre.
R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo

De la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre el cielo.
R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo

¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?
R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo

Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo.
R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo

Juan 15,9-17

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros."

Hechos 1,15-17.20-26: Elección de Matías

Hechos 1,15-17.20-26
14 de mayo: San Matías, Apóstol

Uno de aquellos días, Pedro se puso en pie en medio de los hermanos y dijo (había reunidas unas ciento veinte personas): "Hermanos, tenía que cumplirse lo que el Espíritu Santo, por boca de David, había predicho, en la Escritura, acerca de Judas, que hizo de guía a los que arrestaron a Jesús. Era uno de nuestro grupo y compartía el mismo ministerio. En el libro de los Salmos está escrito: "Que su morada quede desierta, y que nadie habite en ella", y también: "Que su cargo lo ocupe otro". Hace falta, por tanto, que uno se asocie a nosotros como testigo de la resurrección de Jesús, uno de los que nos acompañaron mientras convivió con nosotros el Señor Jesús, desde que Juan bautizaba, hasta el día de su ascensión." Propusieron dos nombres: José, apellidado Barsabá, de sobrenombre Justo, y Matías. Y rezaron así: "Señor, tú penetras en el corazón de todos; muéstranos a cuál de los dos has elegido para que, en este ministerio apostólico, ocupe el puesto que dejó Judas para marcharse al suyo propio." Echaron suertes, le tocó a Matías, y lo asociaron a los once apóstoles.

SALMO 113 (112): Bendito sea el nombre del Señor

SALMO 113 (112)

Bendito sea el nombre el Señor
113:1 ¡Aleluya!
Alaben, servidores del Señor,
alaben el nombre del Señor.
113:2 Bendito sea el nombre del Señor,
desde ahora y para siempre.
113:3 Desde la salida del sol hasta su ocaso,
sea alabado el nombre del Señor.
113:4 El Señor está sobre todas las naciones,
su gloria se eleva sobre el cielo.
113:5 ¿Quién es como el Señor, nuestro Dios,
que tiene su morada en las alturas,
113:6 y se inclina para contemplar
el cielo y la tierra?
113:7 Él levanta del polvo al desvalido,
alza al pobre de su miseria,
113:8 para hacerlo sentar entre los nobles,
entre los nobles de su pueblo;
113:9 él honra a la mujer estéril en su hogar,
haciendo de ella una madre feliz.

SOBRE EL SALMO 113 (112):  
Salmo 113,1-2.3-4.5-6.7-8: 
El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo

Salmo 113,1-2.3-4.5-6.7-8: El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo

14 de mayo: Fiesta de San Matías, Apóstol

Salmo 113,1-2.3-4.5-6.7-8: 
El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo

Alabad, siervos del Señor,
alabad el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
ahora y por siempre.
R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo

De la salida del sol hasta su ocaso,
alabado sea el nombre del Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,
su gloria sobre el cielo.
R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo

¿Quién como el Señor, Dios nuestro,
que se eleva en su trono
y se abaja para mirar
al cielo y a la tierra?
R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo

Levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para sentarlo con los príncipes,
los príncipes de su pueblo.
R. El Señor lo sentó con los príncipes de su pueblo

viernes, 13 de mayo de 2016

Salmo 103,1-2.11-12.19-20ab: Bendigamos al Señor, que es el rey del universo

Viernes de la 7 Semana de Pascua

Salmo 103,1-2.11-12.19-20ab
R. Bendigamos al Señor, que es el rey del universo

Bendice, al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga su santo nombre.
Bendice, al Señor, alma mía,
y no te olvides de sus beneficios.
R. Bendigamos al Señor, que es el rey del universo

Como desde la tierra hasta el cielo,
así es de grande su misericordia;
como dista el oriente del ocas,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
R. Bendigamos al Señor, que es el rey del universo

En el cielo el Señor puso su trono,
y su reino abarca el universo.
Bendigan al Señor todos los ángeles,
ejecutores fieles de sus órdenes.
R. Bendigamos al Señor, que es el rey del universo

SOBRE EL SALMO 103

miércoles, 11 de mayo de 2016

Hechos 20,28-38: Despedida de Pablo a los presbíteros de Éfeso

Hechos 20,28-38
Miércoles de la 7 Semana de Pascua

En aquellos días, decía Pablo a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso: "Tened cuidado de vosotros y del rebaño que el Espíritu Santo os ha encargado guardar, como pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre. Ya sé que, cuando os deje, se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño. Incluso algunos de vosotros deformarán la doctrina y arrastrarán a los discípulos. Por eso, estad alerta: acordaos que durante tres años, de día y de noche, no he cesado de aconsejar con lágrimas en los ojos a cada uno en particular. Ahora os dejo en manos de Dios y de su palabra de gracia, que tiene poder para construiros y daros parte en la herencia de los santos. A nadie le he pedido dinero, oro ni ropa. Bien sabéis que estas manos han ganado lo necesario para mí y mis compañeros. Siempre os he enseñado que es nuestro deber trabajar para socorrer a los necesitados, acordándonos de las palabras del Señor Jesús: "Hay más dicha en dar que en recibir."" Cuando terminó de hablar, se pusieron todos de rodillas, y rezó. Se echaron a llorar y, abrazando a Pablo, lo besaban; lo que más pena les daba era lo que había dicho, que no volverían a verlo. Y lo acompañaron hasta el barco.

Salmo 67,29-30.33-35a.35b.36c: Reyes de la tierra, cantad a Dios

Miércoles de la 7 Semana de Pascua

Salmo 67,29-30.33-35a.35b.36c: 
Reyes de la tierra, cantad a Dios

Oh Dios, despliega tu poder,
tu poder, oh Dios, que actúa en favor nuestro.
A tu templo de Jerusalén
traigan los reyes su tributo.
R. Reyes de la tierra, cantad a Dios

Reyes de la tierra, cantad a Dios,
tocad para el Señor,
que avanza por los cielos,
los cielos antiquísimos,
que lanza su voz, su voz poderosa:
"Reconoced el poder de Dios."
R. Reyes de la tierra, cantad a Dios

Sobre Israel resplandece su majestad,
y su poder, sobre las nubes.
¡Dios sea bendito!
R. Reyes de la tierra, cantad a Dios

SOBRE EL SALMO 68 (67):
Salmo 68 (67)  

Juan 17,11b-19: Oración de Jesús por sus discípulos

Juan 17,11b-19
Miércoles de la 7 Semana de Pascua

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró, diciendo: "Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que ellos mismos tengan mi alegría cumplida. Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Y por ellos me consagro yo, para que también se consagren ellos en la verdad."

martes, 10 de mayo de 2016

Hechos 20,17-27: Discursos de adiós

Hechos 20,17-27  

En aquellos días, desde Mileto, mandó Pablo llamar a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso. Cuando se presentaron, les dijo: "Vosotros sabéis que todo el tiempo que he estado aquí, desde el día que por primera vez puse pie en Asia, he servido al Señor con toda humildad, en las penas y pruebas que me han procurado las maquinaciones de los judíos. Sabéis que no he ahorrado medio alguno, que os he predicado y enseñado en público y en privado, insistiendo a judíos y griegos a que se conviertan a Dios y crean en nuestro Señor Jesús. Y ahora me dirijo a Jerusalén, forzado por el Espíritu. No sé lo que me espera allí, sólo sé que el Espíritu Santo, de ciudad en ciudad, me asegura que me aguardan cárceles y luchas. Pero a mí no me importa la vida; lo que me importa es completar mi carrera, y cumplir el encargo que me dio el Señor Jesús: ser testigo del Evangelio, que es la gracia de Dios. He pasado por aquí predicando el reino, y ahora sé que ninguno de vosotros me volverá a ver. Por eso declaro hoy que no soy responsable de la suerte de nadie: nunca me he reservado nada; os he anunciado enteramente el plan de Dios."

— Comentario por Reflexiones Católicas

Un motín dirigido contra Pablo obliga a éste a abandonar Efeso. Las constantes persecuciones de los judaizantes le obligan a modificar continuamente sus planes de viaje: está acosado. Se acerca el desenlace. Sabe que, desde ahora no tardarán en atraparle.

En su escala a Mileto se despide de los «Ancianos», venidos expresamente de Efeso. Este discurso de despedida es un verdadero testamento pastoral, está destinado especialmente a los que ejercen un cargo en la Iglesia, He aquí el retrato del «apóstol» según san Pablo:

– “Sirviendo al Señor, con humildad...”

Lo que dice no es su propia palabra: Pablo es «servidor» de otro. Danos, Señor, da especialmente a los sacerdotes, ese desprendimiento de cualquier suficiencia, de cualquier orgullo, para estar siempre y exclusivamente a tu servicio.

– “Con lágrimas y en medio de muchas pruebas... que me han ocasionado las maquinaciones de los judaizantes”

«El servidor no está por encima de su amo». Tú lo dijiste, Señor. El apostolado no es un tranquilo entretenimiento. Toda responsabilidad en la Iglesia, toda vida cristiana auténtica están marcadas por la cruz. Para Pablo, su cruz principal vino de los que no aceptaban evolucionar, pasar del judaísmo a la fe en Cristo. Cada uno de nosotros tiene su cruz. Toda "prueba" tiene valor si sabemos asociarla a la redención. La salvación de la humanidad no se logra de otro modo, sino de la manera que Jesucristo ha establecido. Es duro Señor... pero danos la gracia de aceptarlo.

– “Yo nunca me acobardé, cuando era necesario anunciar la palabra de Dios”

Valentía. Seguridad. Audacia. “Yo nunca me acobardé” Esta fórmula deja suponer que alguna vez, Pablo sintió la tentación de «acobardarse», de huir, de callarse, de renunciar.

– “En público y en privado, daba testimonio a judíos y a griegos para que se convirtieran a Dios”

Este fue el auditorio y la búsqueda de Pablo. ¡Sin discriminación! Si los judíos, por su estrechez de miras, perjudicaron tanto a Pablo, éste no les guarda ningún resentimiento: también a ellos ha de proclamar la Palabra de Dios, como la proclama a los griegos. Judíos y griegos, Hoy, diríamos «creyentes de siempre» y «no-creyentes»... También hoy la Palabra de Dios se dirige a todos.

– “Ahora, yo, encadenado por el Espíritu... sin saber lo que me va a suceder...” 

Este es el motor profundo de su acción apostólica. Está acabado. El dice «encadenado», pero por el Espíritu. No hace lo que quiere. Va donde el Espíritu le lleva. Es la aventura integral, sin ninguna previsión posible por adelantado.

– “Mi propia vida no cuenta para mí, con tal que termine mi carrera y cumpla el ministerio que he recibido del Señor Jesús”

Ha dado su vida. Ya no le pertenece. No cuenta para él. Ama. Vive para otro: Jesús.

– “Dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios...”

Anunciar, por entero, la voluntad de Dios. Tal es el contenido del feliz mensaje: el don gratuito.

Es el tercer gran discurso que los Hechos ponen en labios de Pablo y, por eso, es indicio de un momento solemne y de un tema trascendental. Pertenece al género literario de los «discursos de adiós», de los que encontramos numerosos ejemplos en los libros del Antiguo y Nuevo Testamento y en la literatura profana. Viene a ser el testamento pastoral de Pablo, su última voluntad; en él se despide el Apóstol de su actividad misionera y exhorta y da normas de gobierno a los «presbíteros-obispos» que han de tomar su relevo. Por eso, el tema ministerial y pastoral es el central.

Aunque este discurso, más que ningún otro, despierta en el lector numerosas resonancias de frases paralelas en los escritos paulinos, los exegetas actuales se inclinan a ver en él una creación literario-teológica de Lucas, porque así lo manifiestan la teología y situación de las Iglesias reflejadas en su trasfondo. En el discurso podemos distinguir cuatro partes:

1) una apología que evoca los tres años de apostolado en Efeso (18-21)
2) un anuncio de inminentes tribulaciones y del final de su ministerio (22-27)
3) una exhortación a la vigilancia pastoral (28-32)
4) el ejemplo desinteresado de Pablo (33-35).

Lo que hemos dicho sobre la no autenticidad histórica del discurso de Pablo tiene una intencionalidad que va más allá de la curiosidad científica. Es importante darse cuenta de que la teología y las estructuras ministeriales del discurso son las de la época de Lucas, hacia finales del siglo y reflejan unos rasgos diferentes Y más evolucionados de los que encontramos en las epístolas auténticas de Pablo, para comprender que las estructuras ministeriales de la Iglesia son el resultado de una historicidad dinámica, más abierta y reversible de lo que muchos piensan. Sobre todo en momentos como el actual, en que la Iglesia vive una angustiosa crisis de los ministerios, esto constituye una invitación a actitudes creadoras de una nueva identidad ministerial cara al hoy y al mañana, sin ser prisioneras del ayer.

Lo que se dice en los vv 28-32 sobre la vigilancia pastoral anuncia una verdad de validez permanente en la Iglesia, que en épocas de confusionismo puede revestir una urgencia especial. Pero si esta psicología eclesial se vuelve absorbente, tenemos la tentación del clericalismo, y el Pueblo de Dios pasa a ser objeto y no protagonista. Sin menospreciar el papel de los pastores, las cartas auténticas de Pablo y el Vaticano II subrayan el protagonismo del pueblo de Dios.