El XXI Capítulo General de los Hijos de la Sagrada Familia reflexionó sobre nuestra identidad y misión mostrando interés en renovarnos por dentro. Prueba de ello fue la resolución de "profundizar en la espiritualidad y santidad del Padre Fundador y potenciar la incorporación y participación de los laicos en nuestra espiritualidad y carisma". Esta renovación, se dijo, no puede realizarse sin tener en cuenta las necesidades de nuestro tiempo en el ámbito de la familia y la juventud.
Los medios de comunicación
y la adaptación del lenguaje
La comisión de apostolado y pastoral destacó la importancia de los medios de comunicación en nuestra misión, así como la necesidad de actualizar el lenguaje que utilizamos para dar a conocer la espiritualidad y santidad del Padre Fundador. Un vocabulario y unas expresiones anácronicas condicionan negativamente la transmisión de la espiritualidad de san José Manyanet. Nuestro Padre fundador fue profeta del Evangelio de la Familia en su tiempo, y esta novedad debe continuar siendo alternativa también en el nuestro.
El Evangelio de Nazaret, novedad
y alternativa a la situación actual
El anuncio del Evangelio como alternativa a la inercia, el estrés, la crisis de valores y sentido, pide que nuestro mensaje sea entendido y viable en el momento presente. Esto requiere, en primer lugar, fidelidad a nuestra vocación, pasión, perseverancia, buen humor, humildad..., pero también, destreza, sencillez, claridad, creatividad..., para llegar a “ser voz” entre tantas voces. Por ello, debemos estar alerta para que estos reproches no vayan dirigidos a nosotros: “Lo intentamos pero no podemos entenderos,” “Queremos evangelizar con vosotros pero no sabemos cómo,” “Parece que no sentis lo que decis.”
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