Del griego em-ballon: añadir, introducir una cosa.
En la liturgia, comentario o glosa que se añade a la oración. En la misa se emplea para designar al comentario que se añade al Padrenuestro: “Líbranos de todos los males...”; o también: “Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre Señor".
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