SALMO 25 (24)
Muéstrame, Señor, tus caminos
25:1 De David.
Invocación y profesión de confianza
A ti, Señor, elevo mi alma,
25:2 Dios mío, yo pongo en ti mi confianza;
¡que no tenga que avergonzarme
ni se rían de mí mis enemigos!
25:3 Ninguno de los que esperan en ti
tendrá que avergonzarse:
se avergonzarán los que traicionan en vano.
Apelación a la bondad divina
25:4 Muéstrame, Señor, tus caminos,
enséñame tus senderos.
25:5 Guíame por el camino de tu fidelidad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador,
y yo espero en ti todo el día.
25:6 Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor,
porque son eternos.
25:7 No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud:
por tu bondad, Señor, acuérdate de mi según tu fidelidad.
25:8 El Señor es bondadoso y recto:
por eso muestra el camino a los extraviados;
25:9 él guía a los humildes para que obren rectamente
y enseña su camino a los pobres.
25:10 Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad,
para los que observan los preceptos de su alianza.
25:11 ¡Por el honor de tu Nombre, Señor,
perdona mi culpa, aunque es muy grande!
Reflexión sobre el temor de Dios
25:12 ¿Hay alguien que teme al Señor?
Él le indicará el camino que debe elegir:
25:13 su alma descansará feliz
y su descendencia poseerá la tierra.
25:14 El Señor da su amistad a los que lo temen
y les hace conocer su alianza.
25:15 Mis ojos están siempre fijos en el Señor,
porque él sacará mis pies de la trampa.
Insistencia en la súplica25:16 Mírame, Señor, y ten piedad de mí,
porque estoy solo y afligido:
25:17 alivia las angustias de mi corazón,
y sácame de mis tribulaciones.
25:18 Mira mi aflicción y mis fatigas,
y perdona todos mis pecados.
25:19 Mira qué numerosos son mis enemigos
y qué violento es el odio que me tienen.
25:20 Defiende mi vida y líbrame:
que no me avergüence de haber confiado en ti;
25:21 la integridad y la rectitud me protegen,
porque yo espero en ti, Señor.
25:22 Salva, Dios mío, a Israel
de todas sus angustias.
Liturgia de la Palabra:
24,2-3.4-5ab.6-7bc.8-9
24,4bc-5.6-7.8-9
Sobre el Salmo 25 (24):
Súplica
Muéstrame, Señor, tus caminos
25:1 De David.
Invocación y profesión de confianza
A ti, Señor, elevo mi alma,
25:2 Dios mío, yo pongo en ti mi confianza;
¡que no tenga que avergonzarme
ni se rían de mí mis enemigos!
25:3 Ninguno de los que esperan en ti
tendrá que avergonzarse:
se avergonzarán los que traicionan en vano.
Apelación a la bondad divina
25:4 Muéstrame, Señor, tus caminos,
enséñame tus senderos.
25:5 Guíame por el camino de tu fidelidad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador,
y yo espero en ti todo el día.
25:6 Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor,
porque son eternos.
25:7 No recuerdes los pecados ni las rebeldías de mi juventud:
por tu bondad, Señor, acuérdate de mi según tu fidelidad.
25:8 El Señor es bondadoso y recto:
por eso muestra el camino a los extraviados;
25:9 él guía a los humildes para que obren rectamente
y enseña su camino a los pobres.
25:10 Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad,
para los que observan los preceptos de su alianza.
25:11 ¡Por el honor de tu Nombre, Señor,
perdona mi culpa, aunque es muy grande!
Reflexión sobre el temor de Dios
25:12 ¿Hay alguien que teme al Señor?
Él le indicará el camino que debe elegir:
25:13 su alma descansará feliz
y su descendencia poseerá la tierra.
25:14 El Señor da su amistad a los que lo temen
y les hace conocer su alianza.
25:15 Mis ojos están siempre fijos en el Señor,
porque él sacará mis pies de la trampa.
Insistencia en la súplica25:16 Mírame, Señor, y ten piedad de mí,
porque estoy solo y afligido:
25:17 alivia las angustias de mi corazón,
y sácame de mis tribulaciones.
25:18 Mira mi aflicción y mis fatigas,
y perdona todos mis pecados.
25:19 Mira qué numerosos son mis enemigos
y qué violento es el odio que me tienen.
25:20 Defiende mi vida y líbrame:
que no me avergüence de haber confiado en ti;
25:21 la integridad y la rectitud me protegen,
porque yo espero en ti, Señor.
25:22 Salva, Dios mío, a Israel
de todas sus angustias.
Liturgia de la Palabra:
24,2-3.4-5ab.6-7bc.8-9
24,4bc-5.6-7.8-9
Sobre el Salmo 25 (24):
Súplica
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