domingo, 3 de noviembre de 2013

Sirach 35:12-14,16-18: "Él oye las quejas del huérfano y los gemidos de la viuda. Sus amargas quejas alcanzan el favor de Dios, y sus súplicas llegan hasta el cielo".

Sirach 35:12-14, 16-18

Porque él es un Dios justo y trata a todos por igual. No favorece a nadie en perjuicio del pobre, y escucha las súplicas del afligido. Él oye las quejas del huérfano y los gemidos de la viuda. Sus amargas quejas alcanzan el favor de Dios, y sus súplicas llegan hasta el cielo. El clamor del pobre traspasa las nubes y no descansa hasta llegar a Dios; no desiste hasta que Dios le atiende y, como juez justo, le hace justicia.

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