martes, 29 de enero de 2013

Humor:

Fuente: cartooncristiano.blogspot.com

"Las redes sociales son ambientes de vida", Arzobispo Claudio María Celli, presidente del Consejo Pontificio de las Comunicaciones


Se acaba de conocer el mensaje de Benedicto XVI para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales a celebrarse en mayo de este año, cuyo tema central es: "Redes Sociales: portales de verdad y de fe; nuevos espacios para la evangelización". Para conversar sobre este importante documento y las acciones que viene realizando la Santa Sede en el uso de las nuevas tecnologías para su trabajo diario, ZENIT entrevistó al arzobispo Claudio María Celli, presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales.

¿Cómo han sido las primeras reacciones al mensaje del santo padre de este año?
– Monseñor Celli: Revisando la prensa internacional, veo que que el mensaje del papa ha sido bien acogido. Creo que se ha tomado conciencia de que la red social necesita de la presencia de hombres y mujeres de buena voluntad, que interactúen en este entorno de vida. La red social no es un instrumento que prendo o apago, sino que es un entorno donde vivo, es como una gran plaza donde me encuentro con hombres y mujeres de mi tiempo, donde puedo descubrir también el sentido profundo de la vida.

¿Todo esto se da en las redes sociales?
– Monseñor Celli: Creo que este es uno de los grandes desafíos que el santo padre quiere afrontar en su mensaje, de que muchas veces no percibo de inmediato cuál es la búsqueda de la verdad y del sentido de la vida. Y a veces a través de las nuevas tecnologías, estoy saturado de mensajes y de propuestas; allí hay un gran problema de discernimiento.

¿Cuál sería el perfil de las personas que quieren entrar en las redes sociales para evangelizar?
– Monseñor Celli: Yo no lo llamaría un perfil particular, hablaría más bien de hombres y mujeres de nuestro tiempo que han acogido en el corazón a Cristo y su mensaje, y tratan de vivirlo a través de la red social, debido a que están conectados en red con otros.

Siempre hay riesgos...
– Monseñor Celli: Por esto el papa habla de autenticidad, de búsqueda de la verdad, porque hay un riesgo grande en la red social. En esta se puede estar sometido a una avalancha de mensajes, por lo que yo tengo que discernir, comprender. El papa dice en el texto que las redes sociales están ligadas a las inquietudes del corazón humano. Por lo tanto, es un espacio de búsqueda, de comprender; y es en este espacio en donde el Señor Jesús está a nuestro lado.

Hay un reto para la formación sacerdotal y religiosa, y es distinguir ¿cuánto espacio se debe destinar a la "red" cada día?
– Monseñor Celli: Hay un mensaje del santo padre de años atrás, en que se habla de esta "diaconía de la cultura digital", en la que invita a los obispos a formar un pequeño grupo de sacerdotes que puedan operar en la red y ejercitar una pastoral. La idea que subyace a todo esto, es que en esta gran plaza del mundo –estamos hablando de un ágora–, los hombres y las mujeres de hoy se encuentran, y encontrándose pueden descubrir el significado de ciertas cosas...

Entonces las redes sociales no son un medio más como las radios o las revistas, ¿no?
– Monseñor Celli: Las redes sociales no son instrumentos sino ambientes de vida, son realidades donde "yo vivo". Por lo tanto yo no uso la red social para anunciar solo el evangelio, sino que habitando en la red social, con mi testimonio, con mi anuncio, yo comunico a Jesucristo, su palabra, su propuesta...

Los que no se animan a entrar en esos espacios, ¿están dejando entonces un vacío?
– Monseñor Celli: Creo que esto es un desafío constante para nosotros, y la Iglesia debe afrontar este desafío. Un tema delicado en el ámbito de la red social es el lenguaje, como tema ligado a las nuevas tecnologías, por lo que se debe tener la capacidad de utilizar un lenguaje que los hombres y mujeres de hoy puedan entender. Sobre esto, el papa dice en el mensaje que no se espera solo una citación formal del evangelio, sino que quien habita en la red debe dar testimonio con su propia vida de esta relación existencial entre vida y evangelio.

Por lo tanto, mejor sería no dejar espacios...
– Monseñor Celli: Yo diría que el mismo papa nos ha dado un ejemplo con su deseo de entrar en Twitter. Aquello de estar junto a los hombres y mujeres de hoy, estar junto a ellos con su palabra –aún si el tuit está limitado a 140 caracteres–, puede tener un profundo contenido que ayude al hombre a descubrir el significado más profundo de la vida.

¿Y cómo vienen analizando los ataques y demás reacciones de la gente al Twitter del papa?
– Monseñor Celli: He visto en este tiempo muchas reacciones positivas. Si usted recuerda, cuando se lanzó el primer tuit del papa, yo hablaba de "chispas de verdad" y "píldoras de sabiduría"... El otro día en una entrevista he usado otro término, ya que el papa habló en uno de sus discursos de que la "desertificación espiritual" está aumentando. Y dije que en este proceso, una "gota de rocío" puede aliviar la sed del hombre contemporáneo y puede ayudarlo en su camino.

Eso vale más que los ataques, por cierto...
– Monseñor Celli: A pesar de las críticas, los insultos y otros mensaje fuertes que han llegado, considero que la decisión del papa es más que positiva. Se debe estar presente en el contexto de la red social, pero no solamente "habitarla", sino dar testimonio de los valores en los que creemos.

Hay un gran potencial, ¿no?
– Monseñor Celli: Sí. Y si se me permite, invito a los amigos del papa a "retuitear" a sus propios amigos cada tuit del santo padre. Pues si cada seguidor enviase el mensaje a diez amigos, podríamos alcanzar ya a 25 millones de personas, y así sucesivamente con otros seguidores de los seguidores...

¿Cuál será el aporte de la comunicación social católica a los desafíos que ha planteado el reciente Sínodo?
– Monseñor Celli: Creo que la convocatoria a evangelizar es una invitación para todos. Porque cada discípulo de Jesucristo debe asumir esta responsabilidad que está vinculada a su bautismo, de ser anuncio, instrumento, presencia, propuesta... Este es un punto de referencia fundamental. Y este impulso evangelizador ayudará a las personas a hacer un buen uso de todo aquello que la tecnología pone a disposición.

¿En qué proyectos está ocupado actualmente su Dicasterio?
– Monseñor Celli: En este momento estamos desarrollando esto del Twitter porque es una iniciativa que crece entre las manos y cada día aumentan los seguidores. Y tratamos de que estos tuits del santo padre puedan propagarse lo más posible. Otra de las iniciativas que tenemos es la de news.va. Sepan los lectores que hoy el news.va recibe todos los días de doce a treinta mil personas; y creo que poco a poco estos números aumentarán. Para nosotros es importante, porque nos permite estar presentes y ser capaces de ofrecer todos los días las noticias, pues estas se actualizan tres veces al día.

¿Algún otro proyecto que nos pueda adelantar?
– Monseñor Celli: Hay una aplicacion del papa para teléfonos inteligentes (smartphone) que ya está operativa. Esto es fundamental porque hoy en día las nuevas tecnologías ofrecen oportunidades espléndidas. El problema es utilizarlos bien... Por lo tanto, el mismo teléfono nos permitirá tener inmediatamente un microvideo del papa, o asistir a una audiencia o a una ceremonia en directo. Nos permitirá entrar en sintonía con aquello que es el gran magisterio iluminador del santo padre.

¿Podría darnos un mensaje por los quince años de ZENIT?
– Monseñor Celli: La agencia ZENIT realiza un servicio muy apreciado, por lo que es muy grato para mí enviar un saludo a sus lectores en el mundo entero. Espero que este servicio siga creciendo más y más, porque el mundo necesita saber, y también necesita descubrir aquellos valores que dan sentido a la vida.

Fuente: zenit.org

sábado, 26 de enero de 2013

DECÁLOGO DEL CATEQUISTA




1.- La catequesis es inseparable de la vida.

“Quien educa en la fe no puede correr el riesgo de presentarse como una especie de clown, que recita un papel por oficio”, ha reiterado en varias ocasiones Benedicto XVI. Catequista no es solo el que enseña, sino, sobre todo, el que testimonia. Por ello, la coherencia entre fe y vida es indispensable para el catequista.

2.- La catequesis ha de brotar de la Palabra de Dios.

“La Escritura, íntimamente asimilada, sugiere los contenidos que se deben anunciar para convertir los corazones.

3.- La catequesis ha de ser proclamación y testimonio de Jesucristo. 

“Cristo es todo para nosotros”. La verdadera identidad y condición del catequista es la identidad y la condición del testigo. Escribía San Ambrosio: “Si quieres curar una herida, El es el médico; si estás ardiendo de fiebre, El es la fuente; si estás oprimido por la iniquidad, El es la justicia; si tienes necesidad de ayuda, El es la fuerza; si tienes miedo de la muerte, El es la vida; si deseas el cielo, El es el camino; si estás en las tinieblas, El es la luz.

4.- La catequesis es un servicio, un ministerio eclesial.

El catequista no actúa para sí o por sí. No puede ir por libre, ni “predicarse” a sí mismo. Lo hace en nombre de la Iglesia y para la gran causa del Reino. Lo que el catequizando espera de él es que le muestre a Jesús, al único Jesús, que es el Jesús de la Iglesia.

5.- La catequesis requiere y necesita de la oración.

Es su clima, su savia, su abono, su atmósfera más propia, íntima y fecundadora. El catequista ha de orar, ha de cultivar una relación de amor, de silencio, de escucha y de diálogo con el Señor al que transmite. La catequesis siempre ha de comenzar y de acabar con una plegaria. El catequista ha de orar sus catequizandos y los catequizandos por su catequista.

6.- La catequesis se alimenta de la Eucaristía. 

El catequista ha de mostrar con su ejemplo y con su vida que la Eucaristía es la fuente y cumbre de la vida cristiana. “Gustad y ved que bueno es el Señor”.

7.- La catequesis se prepara.

Es teología en migajas. Y la teología es la fe que busca la inteligencia. La catequesis no se improvisa. Porque la catequesis sirve para dar razones de la esperanza cristiana.

8.- La catequesis ha de abrirse a los nuevos y viejos saberes. 

A las ciencias pedagógicas y a las nuevas tecnologías y medios. No para ser esclava de ellas; no para rellenar el tiempo con ellas, sino aprender a comunicar a los hombres de hoy el Evangelio de siempre con los medios, las técnicas y los saberes de hoy.

9.- La catequesis sirve a la verdad.

La catequesis ha de dar respuestas fundamentales, fundamentadas y humildes. No ha, pues, de suscitar dudas innecesarias ni temores inadecuados.

10.- La catequesis ha de ser pedagogía del amor.

La mejor y mayor autoridad del catequista son su testimonio y su amor. De ahí la importancia de que la catequesis camine a la par que la Escuela y de que la catequesis entre en el hogar, en la familia y en los amigos de los catequizandos

MIÉRCOLES DE LA TERCERA SEMANA, Años impares


Hebreos 10,11-18
Salmo 109: Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec
Marcos 4,1-20

Hebreos 10,11-18

Hermanos: Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente, ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados. Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados. Esto nos lo atestigua también el Espíritu Santo. En efecto, después de decir: "Así será la alianza que haré con ellos después de aquellos días -dice el Señor-: Pondré mis leyes en sus corazones y las escribiré en su mente"; añade: "Y no me acordaré ya de sus pecados ni de sus crímenes." Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.

Salmo 109: Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec

Oráculo del Señor a mi Señor:
"Siéntate a mi derecha,
y haré de tus enemigos estrado de tus pies."
R. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec

Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro:
somete en la batalla a tus enemigos.
R. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec

"Eres príncipe desde el día de tu nacimiento,
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,
antes de la aurora."
R. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec

El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:
"Tú eres sacerdote eterno,
según el rito de Melquisedec."
R. Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec

Marcos 4,1-20

En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla. Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar: "Escuchad: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno." Y añadió: "El que tenga oídos para oír, que oiga."

Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas. Él les dijo: "A vosotros se os han comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que "por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdonen.""

Y añadió: "¿No entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y, cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben. Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno."

viernes, 25 de enero de 2013

DOMINGO DE LA 3 SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, ciclo C, por Mons. Francisco González, S.F.

Nehemías 8,2-4.5-6.8-10
Salmo 18
1 Corintios 12,12-30
Lucas 1,1-4; 4,14-21

Nehemías 8,2-4.5-6.8-10

En aquellos días, el sacerdote Esdrás, trajo el libro a la asamblea de hombres y mujeres y de todos los que podían comprender. Era mediados del mes séptimo. Leyó el libro, en la plaza de la puerta del agua, desde el amanecer hasta el mediodía, en presencia de hombres, mujeres y a los que tenían uso de razón; y todo el pueblo estaba atento al libro de la ley. Esdras, el sacerdote, estaba de pie sobre un estrado de madera, que habían hecho para el caso. Esdrás abrió el libro a vista de todo el pueblo, pues se hallaba en un puesto elevado, y cuando lo abrió, el pueblo entero se puso de pie. Esdrás pronunció la bendición del Señor Dios grande y el pueblo entero alzando las manos respondió: "Amén", Amén"; se inclinó y se postró rostro a tierra ante el Señor. Los levitas leían el libro de la ley de Dios con claridad y explicando el sentido, de forma que comprendieron la lectura. Nehemías, el Gobernador, Esdras, el sacerdote y letrado, y los levitas que enseñaban al pueblo decían al pueblo entero:
– Hoy es un día consagrado a nuestro Dios: No hagáis duelo no lloréis: (Porque el pueblo entero lloraba al escuchar las palabras de la ley.)
Y añadieron:
– Andad, comed buenas tajadas, bebed vino dulce y enviad porciones a quien no tiene, pues es un día consagrado a nuestro Dios. No estéis tristes, pues el gozo del Señor es vuestra fortaleza.

Salmo 18: Tus palabras, Señor, son espíritu y vida

La Ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante.
R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos.
R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos.
R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida

Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia el meditar de mi corazón
Señor, roca mía, redentor mío.
R. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida

1 Corintios 12,12-30

Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, con un solo cuerpo, así también Cristo. Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. El cuerpo tiene muchos miembros, no uno solo. Si el pie dijera. "No soy mano, luego no formo parte del cuerpo", dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el oído dijera: "No soy ojo, luego no formo parte del cuerpo", ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el cuerpo entero fuera ojo, ¿como oiría? Si el cuerpo entero fuera oído, ¿cómo olería? Pues bien. Dios distribuyó el cuerpo y cada uno de los miembros como él quiso. Si todos fueran un mismo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Los miembros son muchos, es verdad, pero el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decir a la mano: "no te necesito"; y la cabeza no puede decir a los pies: "no os necesito". Más aún, los miembros que parecen más débiles son más necesarios. Los que nos parecen despreciables, los apreciamos más. Los menos decentes, los tratamos con más decoro. Porque los miembros más decentes no lo necesitan. Ahora bien, Dios organizó los miembros del cuerpo dando mayor honor a los más necesitados. Así no hay divisiones en el cuerpo, porque todos los miembros por igual se preocupan unos de otros. Cuando un miembro sufre, todos sufren con él; cuando un miembro es honrado, todos le felicitan. Vosotros sois el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro. Y Dios os ha distribuido en la Iglesia: en el primer puesto los apóstoles, en el segundo los profetas, en el tercero los maestros, después vienen los milagros, luego el don de curar, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas, el don de interpretarlas ¿Acaso son todos apóstoles?, ¿o todos son profetas?, ¿o todos maestros?, ¿o hacen todos milagros?, ¿tienen todos don para curar?, ¿hablan todos en lenguas o todos las interpretan?

Lucas 1,1-4; 4,14-21

Ilustre Teófilo, muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros, siguiendo las tradiciones transmitidas por los que primero fueron testigos oculares y luego predicadores de la Palabra. Yo también, después de comprobarlo todo exactamente desde el principio, he resuelto escribírtelos por su orden, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido. En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea, con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan. Fue Jesús a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el Libro del Profeta Isaías y desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
– “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres, para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista. Para dar libertad a los oprimidos; para anunciar el año de gracia del Señor".
Y, enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba, y se sentó.
Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. Y él se puso a decirles:
– Hoy se cumple esta escritura que acabáis de oír.

Comentario de Mons. Francisco González, S.F.
Obispo Auxiliar de Washington, D.C.

La primera lectura nos habla de Nehemías, gobernador de Jerusalén, del sacerdote Esdras y de los levitas que durante toda una mañana en la plaza del Templo han estado proclamando y explicando el Libro, o sea la Ley a la cual el pueblo entero ha respondido con un profundo y comprometido: “Amén, Amén”. Este día fue declarado sagrado, pues comienza una nueva alianza.

En la segunda lectura nos presenta un aspecto de la comunidad de Corinto, una ciudad importante, viva, donde se encuentra de todo. La comunidad de creyentes tiene grandes obras y muestra sus virtudes, aunque también sus deficiencias y una, principal, es la división que existe. Pablo nos recuerda la diversidad que debe existir, dentro de la unidad, que no quiere decir uniformidad. Él usa la metáfora del cuerpo, compuesto de tantos miembros, unidos entre sí para la vida saludable del mismo.

Así la Iglesia, donde los miembros todos han sido bautizados en un mismo Espíritu, creador de la unidad. Sí a un cuerpo que aglutina la diversidad de sus miembros, y no a la uniformidad que destruye la variedad de dones, no a la división que destroza la armonía del cuerpo.

Estamos viviendo en la Iglesia momentos extraordinarios y de gran oportunidad. Sí, lo mismo que en Corinto encontramos divisiones, no todos parecen seguir el mismo Espíritu. A veces damos la impresión de que en vez de escucharle y dejarnos guiar por Él, le decimos cómo queremos ser conducidos y hacia donde orientamos nuestra meta u objetivo personal. Nos lamentamos que la Iglesia está sufriendo ataques de unos u otros, de fuera y de dentro. Y aunque todo eso es verdad, creo que nuestra gran preocupación, no es necesariamente lo que la gente dice de la Iglesia, sino lo que Cristo dice de la misma y a la misma.

La lectura evangélica para este tercer domingo del Tiempo Ordinario consta de dos capítulos distintos. La primera parte es el comienzo del evangelio donde Lucas presenta su obra a Teófilo, dándole una explicación de cómo ha conseguido la información, a quienes ha consultado, la forma en la que se ha asegurado de lo que ha recogido, y el orden de la exposición de todo lo averiguado.

La segunda parte, que proviene del capítulo cuarto, es como el discurso programático de su futuro ministerio, algo de gran importancia, según mí entender, ya que estamos envueltos en este esfuerzo extraordinario de la llamada “Nueva Evangelización”.

Evangelio significa “Buena Nueva, Buena Noticia”, y esa cosa Buena es sin lugar a dudas la persona de Cristo. El evangelista nos ha presentado la infancia de Jesús, el ministerio de Juan el Bautista, incluido el Bautismo de Jesús, su genealogía y las tentaciones. Hoy, siguiendo al Maestro, le acompañamos a Galilea, a su pueblo, donde como ha hecho con frecuencia, va a la sinagoga, donde le entregan el rollo del profeta Isaías y elige el pasaje con el que explica lo que será su trayectoria.

Primero de todo anuncia que ha sido elegido, ungido por el Espíritu del Señor, con el propósito de dar la Buena Noticia. Uno cabe preguntarse: ¿A quién le va a dar esa buena noticia? Él mismo señala a cuatro grupos de personas: a los pobres, a los cautivos, a los ciegos y a los oprimidos. Algunos tal vez echen de menos que no diga nada a los del Templo, o a los pecadores, o a los opresores del pueblo.

La Buena Noticia es consolación para los pobres, es libertad para los cautivos y a los oprimidos, es vista a los ciegos. Todos ellos son gente que sufre, y en la mayoría de los casos porque los otros, los poderosos, políticos, líderes de un tipo u otro están muy interesados en su propio beneficio, en su bienestar. Se podría decir que ellos no están interesados en la Buena Noticia de Cristo, ya que el aceptarla exige un cambio, un cambio que nos lleve a trabajar por una humanidad en solidaridad, por una humanidad dedicada a paliar el sufrimiento del ser humano, humanidad que vive en la libertad de los hijos/as de Dios.

Ojalá que la evangelización no sea simplemente o únicamente doctrina, sino fe viva, capaz de mover, de remover las montañas del egoísmo, el gran impedimento para “allanar los caminos del Señor”.

sábado, 12 de enero de 2013

Enero 25: Conversión de san Pablo

Enero 31: San Juan Bosco

Enero 28: Santo Tomás de Aquino

Enero 24: San Francisco de Sales

Enero 23: San Ildefonso, obispo

Enero 21: Santa Inés

LA NUEVA EVANGELIZACIÓN PASA POR UNA PARROQUIA DE ''ROSTRO NUEVO'' capaz de acompañar en la fe y en el mundo personal y afectivo a la gente.

Identidad teológico-pastoral 
de la Nueva Evangelización

No es posible realizar la Nueva Evangelización sin abrirse a la acción del Espíritu Santo pues Él es quien otorga los carismas para el anuncio de Jesucristo y el servicio a la sociedad como discípulos de Jesús. El Espíritu es quien hace realidad la alegría y el gozo con el que hay que evangelizar.

Sin una eclesiología, es decir, sin un modo de autocomprensión y de ser y estar en el mundo contemporáneo que profundice la enseñanza del Concilio Vaticano II, la Iglesia no podrá empeñarse en una nueva evangelización.

Es fundamental definir la relación “Iglesia-mundo actual”. De no hacerlo, seguiríamos dando la impresión de “institución”, y no de asamblea reunida en torno a Jesucristo, donde todo lo humano tiene cabida. Es esta comunidad de fe y de discípulos misioneros al servicio del mundo (diakonía), la que recibió la misión de anunciarlo.

Una conveniente eclesiología va de la mano con un profundo examen de conciencia de la Iglesia respecto de si misma. No hablamos de Nueva Evangelización sólo porque los otros han cambiado. Es hora de preguntarnos: ¿qué pecados tiene la Iglesia que nos han llevado a una Nueva Evangelización? Un status questionis [estado de la cuestión] sobre la Iglesia en sí misma y su lugar en el mundo es imprescindible a la hora de una nueva evangelización.

La comunión es la fuente y el fruto de la nueva evangelización, porque Dios trino, de quien procede la Iglesia y a quien la Iglesia tiene que anunciar, es relación y comunión y, además, porque hoy vivimos en una sociedad particularmente individualista. Esta comunión trinitaria es la que hace realidad la comunión efectiva entre nosotros y es de aquí de donde debe brotar la misión. Esto también es esencialmente trinitario.

Algunos contenidos, sujetos, destinatarios y estilo 
de la Nueva Evangelización

La fuente de la nueva evangelización es Dios Trino. Quién evangeliza es Dios Padre, quien por amor, conduce su designio salvador para la humanidad; es Dios Hijo, quien con su misterio pascual es oferta de gracia y verdad; es el Espíritu Santo, quien hace posible la comunión con Dios salvador en el seno de la Iglesia y el corazón de los creyentes; el Espíritu es quien acompaña y sustenta a los evangelizadores.

La nueva evangelización tiene por contenido el anuncio por la palabra y el testimonio de Cristo Resucitado, vivo, cercano, fuente de amor. Este anuncio y testimonio tiene que llevar al encuentro personal con Él y, en Él, con el Padre.

a) Familia

La familia es un ámbito de primera importancia cuando se piensa en qué hay que evangelizar (destinatario), pero también cuando se piensa en quién tiene que evangelizar (sujeto). Dentro de la familia, los niños son los primeros destinatarios de la evangelización de padres evangelizados.

b) Catequistas

Es indispensable valorar y fortalecer la labor de los catequistas y de la catequesis. Con catequistas bien formados se puede desarrollar una catequesis que se entienda y practique como proceso de discipulado, es decir, como una real experiencia de fe en el seguimiento del Señor. Para este proceso se requieren formas inteligibles (lenguajes) de dirigirse a la gente de hoy considerando sus anhelos y culturas.

c) Fieles laicos

Sin la función evangelizadora de los fieles laicos en su ámbito propio, que es la gestión de la vida familiar, social, política, económica y cultural, no habrá nueva evangelización. Pero éstos requieren una formación integral y el reconocimiento efectivo de que son corresponsables en la tarea del Reino.

La vocación y misión de los laicos requiere una profunda reflexión sobre su inserción en el mundo, sobre todo en los nuevos areópagos, y de su participación en la Iglesia. Al respecto, habría que revisar qué servicios eclesiales habría que confiar a los laicos teniendo en cuenta la Nueva Evangelización y los nuevos escenarios.

El estilo de la nueva evangelización es un testimonio alegre, atrayente y audaz de la fe; por tanto, el nuevo estilo de evangelizar no se caracteriza por “imponer”, sino por “atraer”.

Evangeliza una Iglesia pobre que renueva su opción por los pobres y marginados, como Cristo Jesús, pues ellos, son destinatarios privilegiados de la salvación. “No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.

d) Especial atención al lenguaje que utilizamos

El lenguaje, como mediación para comunicar la buena nueva de Jesucristo, requiere una atención especial. Se hace necesario un examen de conciencia sobre nuestro uso del lenguaje y si somos capaces o no de expresarnos en un mundo donde hay nuevos lenguajes. Nuestro lenguaje peca de clericalismo.

e) La parroquia

La renovación de la Iglesia particular y, en ella, la renovación de la parroquia, para replantearla como casa y escuela de comunión, lugar eclesial de espiritualidad y donde se aprende la comunión y la corresponsabilidad en la misión de la Iglesia, con mayor razón hoy, cuando se diluye la persona y aparece el individuo o la masa.

La nueva evangelización pasa por una parroquia de “rostro nuevo”, capaz de acompañar en la fe y en el mundo personal y afectivo a la gente, de lo que más se carece hoy en nuestra sociedad.

Las parroquias debieran ser una red de comunidades eclesiales que, en sus concretos contextos, sustenten la fe en Cristo Jesús y su seguimiento y, por lo mismo, el crecimiento en la dimensión humana integral. Estos “cuerpos eclesiales” (las parroquias y sus comunidades) son los llamados a mostrar al Señor resucitado, que da vida y sentido a la existencia. Quizás el problema más acuciante de la Nueva Evangelización es la constitución y acompañamiento de estas pequeñas comunidades eclesiales.

Fuente: 
XIII ASAMBLEA GENERAL ORDINARIA DEL SÍNODO DE LOS OBISPOS (Vaticano, 7-28 de OCTUBRE 2012) Presentación de monseñor Santiago Jaime Silva Retamales, obispo titular de Bela, auxiliar de Valparaíso, Chile, secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

Bautismo de Jesús como niño

BAUTISMO DE JESÚS, ESTA VEZ APARECE COMO NIÑO
Arte Paleocristiano

Bautismo de Jesús, por Piero della Francesca


Bautismo de Jesús, por Andrea del Verrocchio


ARTE: Bautismo del Señor, de Pietro Perugino


domingo, 6 de enero de 2013

Celebración de la Epifanía del Señor en la parroquia


Hemos celebrado la fiesta de la Epifanía del Señor en nuestra parroquia de la Sagrada Familia, en Chimayo, New Mexico (USA), y os presentamos a nuestros tres sabios o reyes magos, que son tres voluntarios (Márquez, John y Christopher) del grupo de jóvenes que se están preparando para recibir el sacramento de la confirmación en mayo 2013.

Los tres han participado en la procesión de entrada y, durante el ofertorio de la misa, han traído las ofrendas al altar. Los trajes fueron diseñados por madres y abuelitas que colaboran habitualmente en la parroquia y las coronas se compraron a través de internet.

Durante la catequesis de este domingo hemos hecho hincapié en la universalidad de la fe cristiana, en la hospitalidad, en las señales y signos que nos acercan a Dios y a las personas, en la familia de los hijos e hijas de Dios, en el episodio bíblico de la epifanía o manifestación de Dios como una catequesis para conocer mejor la identidad y misión de Jesús.

sábado, 5 de enero de 2013

Epifanía del Señor (Lecturas)

Isaías 60,1-6
Salmo 71 “Se postrarán ante ti, Señor, 
todos los reyes de la tierra”
Efesios 3,2-3,5-6
Mateo 2,1-12

Isaias 60,1-6

¡Levántate y resplandece, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Es verdad que la tierra está cubierta de tinieblas y los pueblos de oscuridad, pero sobre ti amanece el Señor y se manifiesta su gloria. A tu luz caminarán los pueblos, y los reyes al resplandor de tu aurora.Levanta los ojos y mira a tu alrededor: todos se reúnen y vienen a ti; tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Al ver esto te pondrás radiante, palpitará y se emocionará tu corazón, porque derramarán sobre ti los tesoros del mar y te traerán las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos y dromedarios de Madián y de Efá. Vienen todos de Sabá, trayendo incienso y oro y proclamando las alabanzas del Señor.

Salmo 7: Se postrarán ante ti, Señor, 
todos los pueblos de la tierra.

Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.
R. Se postrarán ante ti, Señor, 
todos los pueblos de la tierra. 

Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.
R. Se postrarán ante ti, Señor, 
todos los pueblos de la tierra.

Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo.
Que los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones;
que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan.
R. Se postrarán ante ti, Señor, 
todos los pueblos de la tierra. 

Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres.
R. Se postrarán ante ti, Señor, 
todos los pueblos de la tierra. 

Efesios 3,2-6

Hermanos: Han oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha confiado en favor de ustedes. Por revelación se me dio a conocer este misterio, que no fue manifestado a los hombres de otras generaciones y que ahora ha sido revelado por medio del Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: un plan que consiste en que todos los pueblos comparten la misma herencia, son miembros del mismo cuerpo y participan de la misma promesa en Jesucristo, por medio del Evangelio.

Mateo 2,1-12

Jesús nació en Belén de Judá en tiempo del rey Herodes. Por entonces, Magos de Oriente llegaron a Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el Rey de los judíos que acaba de nacer? Hemos visto su estrella en el oriente y venimos a adorarlo».Al enterarse de esto, el rey Herodes se sobresaltó y todo Jerusalén con él; entonces convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: «En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres en manera alguna la menor entre las ciudades ilustres de Judá; pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel».Entonces, Herodes llamó en secreto a los Magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén con este encargo: «Vayan y averigüen cuidadosamente sobre ese niño; y, cuando lo encuentren, avísenme para ir yo también a adorarlo».Después de oír al rey, los Magos se pusieron en camino, y la estrella que habían visto en oriente los guió hasta que llegó y se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con su madre María y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le ofrecieron como regalo oro, incienso y mirra. Y advertidos en sueños de que no volvieran donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.

EPIFANÍA DEL SEÑOR, por Mons. Francisco González, SF.

Isaías 60,1-6
Salmo 71 “Se postrarán ante ti, Señor, 
todos los reyes de la tierra”
Efesios 3,2-3,5-6
Mateo 2,1-12

Isaias 60,1-6

¡Levántate y resplandece, Jerusalén, que llega tu luz; la gloria del Señor amanece sobre ti! Es verdad que la tierra está cubierta de tinieblas y los pueblos de oscuridad, pero sobre ti amanece el Señor y se manifiesta su gloria. A tu luz caminarán los pueblos, y los reyes al resplandor de tu aurora.Levanta los ojos y mira a tu alrededor: todos se reúnen y vienen a ti; tus hijos llegan de lejos, a tus hijas las traen en brazos. Al ver esto te pondrás radiante, palpitará y se emocionará tu corazón, porque derramarán sobre ti los tesoros del mar y te traerán las riquezas de los pueblos. Te inundará una multitud de camellos y dromedarios de Madián y de Efá. Vienen todos de Sabá, trayendo incienso y oro y proclamando las alabanzas del Señor.

Salmo 7: Se postrarán ante ti, Señor, 
todos los pueblos de la tierra.

Dios mío, confía tu juicio al rey,
tu justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia,
a tus humildes con rectitud.
R. Se postrarán ante ti, Señor, 
todos los pueblos de la tierra. 

Que en sus días florezca la justicia
y la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar,
del Gran Río al confín de la tierra.
R. Se postrarán ante ti, Señor, 
todos los pueblos de la tierra.

Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo.
Que los reyes de Saba y de Arabia le ofrezcan sus dones;
que se postren ante él todos los reyes,
y que todos los pueblos le sirvan.
R. Se postrarán ante ti, Señor, 
todos los pueblos de la tierra. 

Él librará al pobre que clamaba,
al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente,
y salvará la vida de los pobres.
R. Se postrarán ante ti, Señor, 
todos los pueblos de la tierra. 

Efesios 3,2-6

Hermanos: Han oído hablar de la distribución de la gracia de Dios que se me ha confiado en favor de ustedes. Por revelación se me dio a conocer este misterio, que no fue manifestado a los hombres de otras generaciones y que ahora ha sido revelado por medio del Espíritu a sus santos apóstoles y profetas: un plan que consiste en que todos los pueblos comparten la misma herencia, son miembros del mismo cuerpo y participan de la misma promesa en Jesucristo, por medio del Evangelio.

Mateo 2,1-12

Jesús nació en Belén de Judá en tiempo del rey Herodes. Por entonces, Magos de Oriente llegaron a Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el Rey de los judíos que acaba de nacer? Hemos visto su estrella en el oriente y venimos a adorarlo».Al enterarse de esto, el rey Herodes se sobresaltó y todo Jerusalén con él; entonces convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. Ellos le contestaron: «En Belén de Judá, porque así lo ha escrito el profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres en manera alguna la menor entre las ciudades ilustres de Judá; pues de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel».Entonces, Herodes llamó en secreto a los Magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, y los mandó a Belén con este encargo: «Vayan y averigüen cuidadosamente sobre ese niño; y, cuando lo encuentren, avísenme para ir yo también a adorarlo».Después de oír al rey, los Magos se pusieron en camino, y la estrella que habían visto en oriente los guió hasta que llegó y se detuvo encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con su madre María y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le ofrecieron como regalo oro, incienso y mirra. Y advertidos en sueños de que no volvieran donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.

Comentario por Mons. Francisco González, S.F.
Obispo Auxiliar de Washington, D.C.

En este primer domingo del Nuevo año celebramos la fiesta de la Epifanía del Señor. La primera lectura, que está tomada del profeta Isaías, nos presenta Jerusalén como el centro del mundo.

La Epifanía del Señor, es decir, su manifestación ante el mundo entero, está señalada por la lectura que tiene un sentido universalista pues todos los pueblos con sus reyes, que estaban en tinieblas, caminan ahora hacia Jerusalén. La luz del Señor ilumina a todos. Esa luz es Cristo.

El santo evangelio de esta fiesta nos viene de san Mateo y nos cuenta lo que conocemos como la "Adoración de los Magos", un pasaje que gusta mucho, de donde han salido varias tradiciones, especialmente esa de dar o intercambiar regalos, especialmente para los niños. La televisión nos ha estado hablando ya por un tiempo de que este año la gente no va a gastar tanto, que habrá menos regalos, que estos regalos se van a inclinar por cosas útiles. Sin embargo, casi todos los que han hablado concluían diciendo: Ahorrar sí, pero sin negar la ilusión a los niños.

Los Magos, reyes, sabios o como se les quiera llamar, han visto algo extraordinario, una estrella muy luminosa, que les indica el nacimiento de un rey. A través de sus estudios concluyen que es el Rey de los Judíos. Sin embargo, este Rey no es el Emperador de Roma, ni tampoco Herodes. Después de un largo viaje llegan a Jerusalén y preguntan: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?

Esta pregunta no cae bien en los oídos de Herodes, ni siquiera de los líderes religiosos, que aunque aciertan en la interpretación de las profecías y nombran el lugar, no dan un paso para buscar la verdad.

Los Reyes Magos buscan al Rey para adorarlo y la autoridad política y religiosa lo busca para exterminarlo. Todo lo cual nos enseña cómo va a ser la vida de Jesús entre los suyos: negación, indiferencia, rechazo y muerte.

Oyendo hablar a algunas gentes acerca de lo que les gusta, lo que les hace felices, o por lo que sacrifican su vida, a uno le viene la pregunta: ¿ante qué dioses se hincan estas personas, cuales son los dioses o diositos que adoran? Para saberlo sería bueno dedicar un poco de tiempo a examinar cómo se ha empleado el día: lo que se ha hecho, lo que se ha deseado y lo que se ha tratado de conseguir, ¿se ha dedicado tiempo al Dios con mayúscula?

La crisis económica nos está afectando profundamente y, sin embargo, cabe preguntarse: la abundancia de dinero ¿nos enriquece o nos empobrece?

Lo mismo hoy que entonces, hay en nuestro horizonte estrellas muy luminosas que nos guían hacia ese Belén eterno donde encontraremos a nuestro Rey, al Dios en medio de nosotros, a quien le ofrecemos oro pues es Rey; incienso pues es Dios, y la mirra del que sufre, pues por nosotros se rebajó y empobreció.

Esas estrellas, aunque parezcan pequeñas son muy poderosas. Sus nombres son: justicia, solidaridad, paz, perdón, esperanza, humildad y amor. Justicia para el oprimido, solidaridad con el que sufre, paz y tolerancia para con los inmigrantes, perdón para los que nos ofenden, esperanza para los desahuciados, humildad en nosotros mismos y amor para todos.

Se suele decir que todos los caminos llevan a Roma. Hoy podemos cambiar el dicho: todos los caminos llevan a Belén, allí está el que ha venido a salvarnos, y para encontrarlo necesitamos creer en el misterio, buscar la verdad, dejarnos llevar por la estrella/s, y creer en la esperanza que nos trae la verdadera fe.