Francisco de Zurbarán (1598-1664) pinta aquí una imagen del Cordero de Dios o Agnus Dei muy naturalista. Cabe destacar la minuciosidad con que el artista ha pintado los bucles de lana que destacan sobre un fondo neutro y oscuro. Se trata de uno de sus temas favoritos. Suelen ser bodegones (1) que simbolizan el sacrificio pascual. El blanco de su lana representa la pureza y la victoria de la vida sobre la muerte.
La obra está pintada al óleo sobre lienzo y mide 38 cm de alto por 62 cm de ancho. Zurbarán realizó seis versiones de este tema, entre las que presentan muy pocas variantes. El cuadro es propiedad del Museo del Padro (Madrid, España).
(1) Bodegón: también llamado "naturaleza muerta". Se trata de una obra de arte que representa objetos inanimados, generalmente extraídos de la vida cotidiana, que pueden ser naturales (animales, frutas, flores, comida, plantas, rocas o conchas) o manufacturados (utensilios de cocina, de mesa o de casa, antigüedades, libros, joyas, monedas, pipas, etc.) en un espacio determinado. El bodegón se sirve del diseño, el cromatismo y la iluminación para producir un efecto de serenidad, bienestar y armonía.
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