Los católicos no pueden comer carne ningún viernes del año. Se trata de una realidad que muchas personas ignoran y desconocen. ¿Por qué no se puede comer carne los viernes?
El Código de Derecho Canónico señala que los católicos deben abstenerse de comer carne los viernes durante todo el año, no solamente durante Cuaresma:
Canon 1250: Todos los viernes de todo el año y durante la Cuaresma, son días y tiempos de penitencia en toda la Iglesia Universal.
Canon 1251: Los días viernes durante todo el año ha de haber abstinencia de comer carne u otro alimento de acuerdo a las prescripciones de la conferencia de obispos, a menos que sean solemnidades; han de observarse abstinencia y ayuno el Miércoles de Ceniza y el viernes de la Pasión y Muerte de Nuestra Señor Jesucristo.
Canon 1252: La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años; la del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años. Cuiden sin embargo los pastores de almas y los padres de que también se formen en un auténtico espíritu de penitencia quienes, por no haber alcanzado la edad, no están obligados al ayuno o a la abstinencia.
Canon 1253: La Conferencia Episcopal puede determinar con más detalle el modo de observar el ayuno y la abstinencia, así como sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad. Puesto que la Conferencia Episcopal tiene esta facultad, la abstinencia de los viernes que no sean de Cuaresma, en algunos países se puede sustituir por otras acciones penitenciales de acuerdo con lo dictaminado por el Episcopado de dicho país.
Esto último es lo que ocurre en España, donde “la abstinencia puede ser sustituida, según la libre voluntad de los fieles, por cualquiera de las siguientes prácticas recomendadas por la Iglesia:
• lectura de la Sagrada Escritura
• dar limosna
• otras obras de caridad: visitar a los enfermos o atribulados
• obras de piedad: participación en la santa misa, rezo del rosario, etc.
• mortificaciones corporales”
Pero, ¿realmente somos conscientes los católicos de ello? ¿alguna vez nos recuerdan este carácter penitencial de todos los viernes? Al margen de esto habría que preguntarse el por qué de esta abstinencia. Qué motivo ha llevado a la Iglesia a recomendar la abstinencia de carne y por qué un viernes.
El viernes tiene un tono penitencial
porque se recuerda la muerte de Cristo
Sobre la cuestión de la abstinencia en sí, la Iglesia nos invita en general a hacerla, a través del Código de Derecho Canónico:
Canon 1249: Todos los fieles, cada uno a su modo, están obligados por ley divina a hacer penitencia; sin embargo, para que todos se unan en alguna práctica común de penitencia, se han fijado unos días penitenciales, en los que se dediquen los fieles de manera especial a la oración, realicen obras de piedad y de caridad y se nieguen a sí mismos, cumpliendo con mayor fidelidad sus propias obligaciones y, sobre todo, observando el ayuno y la abstinencia, a tenor de los cánones que siguen.
Los cánones, expuestos en este artículo, especifican que sea el viernes por ese carácter penitencial que tiene la muerte de Cristo.
En el propio Evangelio, nuestro Señor nos recuerda: “Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y hacen oración, lo mismo que los discípulos de los fariseos; en cambio, los tuyos comen y beben”. Jesús les contestó: “¿Ustedes pretenden hacer ayunar a los amigos del esposo mientras él está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado; entonces tendrán que ayunar”, Lucas 5,33ss.
El esposo nos es quitado el viernes, cuando recordamos su muerte. De ahí que el viernes tenga ese tono penitencial y de sacrificio, y por eso la Iglesia pide esa abstinencia ese día.
¿Por qué carne?
El motivo de que la abstinencia sea en concreto de carne viene de tradición de siglos de historia. Durante mucho tiempo la carne era considerada una comida especial, consumida sobre todo los días de fiesta.
Por tanto, comerla un día de penitencia supondría una falta de coherencia por ese carácter festivo asociado a la carne. Hoy en día continúa la tradición a pesar de que la carne ya no es considerada el producto más especial; por eso, la Iglesia invita a sustituirla por otras cosas fuera de la Cuaresma. Sin embargo, veámoslo como un gesto penitencial para recordar a la muerte de Cristo y unirnos un poco a él en dicha abnegación, y si nos cuesta entenderlo, será una oportunidad para crecer en humildad con tan pequeño gesto, obedeciendo a la Iglesia.
+ SOBRE EL AYUNO
El Código de Derecho Canónico señala que los católicos deben abstenerse de comer carne los viernes durante todo el año, no solamente durante Cuaresma:
Canon 1250: Todos los viernes de todo el año y durante la Cuaresma, son días y tiempos de penitencia en toda la Iglesia Universal.
Canon 1251: Los días viernes durante todo el año ha de haber abstinencia de comer carne u otro alimento de acuerdo a las prescripciones de la conferencia de obispos, a menos que sean solemnidades; han de observarse abstinencia y ayuno el Miércoles de Ceniza y el viernes de la Pasión y Muerte de Nuestra Señor Jesucristo.
Canon 1252: La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años; la del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años. Cuiden sin embargo los pastores de almas y los padres de que también se formen en un auténtico espíritu de penitencia quienes, por no haber alcanzado la edad, no están obligados al ayuno o a la abstinencia.
Canon 1253: La Conferencia Episcopal puede determinar con más detalle el modo de observar el ayuno y la abstinencia, así como sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad. Puesto que la Conferencia Episcopal tiene esta facultad, la abstinencia de los viernes que no sean de Cuaresma, en algunos países se puede sustituir por otras acciones penitenciales de acuerdo con lo dictaminado por el Episcopado de dicho país.
Esto último es lo que ocurre en España, donde “la abstinencia puede ser sustituida, según la libre voluntad de los fieles, por cualquiera de las siguientes prácticas recomendadas por la Iglesia:
• lectura de la Sagrada Escritura
• dar limosna
• otras obras de caridad: visitar a los enfermos o atribulados
• obras de piedad: participación en la santa misa, rezo del rosario, etc.
• mortificaciones corporales”
Pero, ¿realmente somos conscientes los católicos de ello? ¿alguna vez nos recuerdan este carácter penitencial de todos los viernes? Al margen de esto habría que preguntarse el por qué de esta abstinencia. Qué motivo ha llevado a la Iglesia a recomendar la abstinencia de carne y por qué un viernes.
El viernes tiene un tono penitencial
porque se recuerda la muerte de Cristo
Sobre la cuestión de la abstinencia en sí, la Iglesia nos invita en general a hacerla, a través del Código de Derecho Canónico:
Canon 1249: Todos los fieles, cada uno a su modo, están obligados por ley divina a hacer penitencia; sin embargo, para que todos se unan en alguna práctica común de penitencia, se han fijado unos días penitenciales, en los que se dediquen los fieles de manera especial a la oración, realicen obras de piedad y de caridad y se nieguen a sí mismos, cumpliendo con mayor fidelidad sus propias obligaciones y, sobre todo, observando el ayuno y la abstinencia, a tenor de los cánones que siguen.
Los cánones, expuestos en este artículo, especifican que sea el viernes por ese carácter penitencial que tiene la muerte de Cristo.
En el propio Evangelio, nuestro Señor nos recuerda: “Los discípulos de Juan ayunan frecuentemente y hacen oración, lo mismo que los discípulos de los fariseos; en cambio, los tuyos comen y beben”. Jesús les contestó: “¿Ustedes pretenden hacer ayunar a los amigos del esposo mientras él está con ellos? Llegará el momento en que el esposo les será quitado; entonces tendrán que ayunar”, Lucas 5,33ss.
El esposo nos es quitado el viernes, cuando recordamos su muerte. De ahí que el viernes tenga ese tono penitencial y de sacrificio, y por eso la Iglesia pide esa abstinencia ese día.
¿Por qué carne?
El motivo de que la abstinencia sea en concreto de carne viene de tradición de siglos de historia. Durante mucho tiempo la carne era considerada una comida especial, consumida sobre todo los días de fiesta.
Por tanto, comerla un día de penitencia supondría una falta de coherencia por ese carácter festivo asociado a la carne. Hoy en día continúa la tradición a pesar de que la carne ya no es considerada el producto más especial; por eso, la Iglesia invita a sustituirla por otras cosas fuera de la Cuaresma. Sin embargo, veámoslo como un gesto penitencial para recordar a la muerte de Cristo y unirnos un poco a él en dicha abnegación, y si nos cuesta entenderlo, será una oportunidad para crecer en humildad con tan pequeño gesto, obedeciendo a la Iglesia.
+ SOBRE EL AYUNO
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