miércoles, 17 de junio de 2015

Latría, dulía e hiperdulía, por Agustín Fabra

Los tres términos, latría, dulía e hiperdulía, son distintas formas de adoración y de veneración en la Iglesia Católica.

Yahvé reclamó adoración en Éxodo 7, 8 y 9. El propio Jesús reclamó adoración a Dios en el evangelio de Lucas: ‘Jesús le respondió; Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y sólo a Él darás culto’ (Lucas 4:8). En general se reclama adoración a Dios en varios casos del libro de Jueces, donde Yahvé castigó a los israelitas por el pecado de idolatría.

Por otra parte, Jesús reclama para sí mismo igual honra y veneración que se le da a Dios: ‘Porque el Padre no juzga a nadie, sino que todo juicio lo ha entregado a su Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre, que lo ha enviado’ (Juan 5:22-23) Y San Pablo lo confirma en su carta a los Filipenses: ‘Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en todos los abismos’ (Filipenses 2:10).

Pero además de la adoración está también la veneración debida a los mártires y santos. En el año 156, en el ‘Martyrium Policarpi’, conocido también como ‘Martirologio’ o ‘Actas de los mártires’, se hace la distinción entre ‘adoración y veneración’, cuyas definiciones trataremos de definir en este trabajo, así como la especial veneración debida a nuestra Madre celestial, la Virgen María.

LATRIA

‘Latría’ es un término proveniente del latín ‘latria’ y éste, a su vez, del griego ‘latreia’, cuyo significado es ‘adoración o culto’, el cual es utilizado en la teología católica para ser ofrecido absolutamente a Dios.

Si embargo, el culto de ‘latría’ igualmente debe ser ofrecido a Jesucristo al recordarle como el Jesús Resucitado, pero no en la época en que Jesús aún permanecía en la tierra como humano.

De acuerdo a lo expresado por Santo Tomás de Aquino, la ‘latría’ es un acto de devoción y, por lo tanto, se relaciona con la virtud de la religión, ya que se vincula con la adoración y el culto a Dios Padre y a Dios Hijo, Jesucristo.

El acto de devoción brota de la voluntad, y en quien que a través de la ‘latría’ recae la devoción y la adoración es exclusivamente en Dios y en Jesucristo resucitado.

LATRIA RELATIVA

Se le llama así al culto tributado a las imágenes y reliquias de Jesucristo, como es el Sudario de Turín, en el cual existe un gran respeto y devoción.

La imagen o reliquia no merece el culto por sí misma, y por eso la latría es relativa. Merece el culto por Cristo, quien sí merece y recibe el culto absoluto.

DULIA

Es el culto que se da a los ángeles y a los santos. Teológicamente, la ‘dulía’ es la veneración hacia los ángeles, los santos y hacia los beatos que estén en proceso de santificación.

Según Santo Tomás de Aquino, la dulía no es comparable con la latría o adoración a Dios y a Jesucristo resucitado, en el sentido de que la dulía va dirigida hacia varios seres, mientras que la ‘latría’ se dirige hacia un ser superior.

La veneración a los ángeles se debe por sus privilegios de poder ver a Dios en persona.

HIPERDULIA

Según la Real Academia de la Lengua (RAE), el prefijo ‘híper’ significa ‘superioridad’ y denota un grado superior al normal.

La ‘hiperdulía’ es el culto de veneración que se rinde a la Virgen María por ser la Madre de Dios; la Madre de Jesucristo. El culto de ‘hiperdulía’ es básicamente el mismo que el de ‘dulía’, sólo que en la hiperdulía se muestra que existe más amor, respeto y confianza ante la gracia que María recibió de Dios.

El término ‘hiperdulía’ fue mencionado por primera vez en el Concilio Vaticano II según la Constitución Dogmática ‘Lumen Gentium’, en el capítulo 663 del año 1963, no existiendo referencia alguna a un término idéntico desde antes de dicho Concilio.

CONCLUSION

De forma escueta, el significado de cada uno de los tres cultos es el siguiente:

Latría o adoración: Culto que sólo se debe a Dios por tener la excelencia absoluta e infinita, y a su Hijo Jesucristo resucitado.

Dulía: Veneración que se hace a los ángeles, a los santos y a los beatos en proceso de santificación, por la excelencia de sus virtudes.

Hiperdulía: Veneración especial a la Virgen María, considerada el ser más grande en gracia y amor, después de Jesús.

Fuente: religionenlibertad.com

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