martes, 17 de enero de 2017

MARTES DE LA SEGUNDA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, Año I (Lecturas)

Hebreos 6:10-20
Salmo 110,1-2.4-5.9.10c
El Señor recuerda siempre su alianza
Marcos 2:23-28

Hebreos 6:10-20

Porque no es injusto Dios para olvidarse de vuestras obras y del amor que habéis mostrado en su nombre, con los servicios que habéis prestado y prestáis a los santos. Deseamos, no obstante, que cada uno de vosotros manifieste la misma diligencia para la plena realización de la esperanza hasta el fin, y no seáis indolentes, sino más bien imitadores de aquellos que, mediante la fe y la perseverancia, heredan las promesas. Cuando Dios hizo la promesa a Abrahán, no teniendo a otro mayor por quien jurar, juró por sí mismo diciendo: Te colmaré de bendiciones y te multiplicaré sin medida. Y, perseverando de esta manera, alcanzó la promesa. Pues los hombres juran por uno superior y entre ellos el juramento es la garantía que pone fin a todo litigio. Por eso Dios, queriendo mostrar más plenamente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su decisión, interpuso el juramento, para que, mediante dos cosas inmutables por las cuales es imposible que Dios mienta, nos veamos más poderosamente animados los que buscamos un refugio asiéndonos a la esperanza propuesta. En ella tenemos nosotros como un ancla firme y segura de nuestra alma, que penetra hasta dentro de la cortina, adonde entró por nosotros como precursor Jesús, hecho, a la manera de Melquisedec, sumo sacerdote para la eternidad.

Salmo 110,1-2.4-5.9.10c
El Señor recuerda siempre su alianza

Doy gracias al Señor de todo corazón,
en companía de los rectos en la asamblea.
Grandes son las obras del Señor
dignas de estudio para los que las aman.
R. El Señor recuerda siempre su alianza

El Señor ha hecho maravillas memorables,
es piadoso y clemente:
él da alimento a sus fieles,
recordando siempre su alianza.
R. El Señor recuerda siempre su alianza

Envió la redención a su pueblo,
ratificó para siempre su alianza:
su nombre es sagrado y temible;
la alabanza del Señor dura por siempre.
R. El Señor recuerda siempre su alianza

Marcos 2:23-28

Y sucedió que un sábado cruzaba Jesús por los sembrados, y sus discípulos empezaron a abrir camino arrancando espigas. Decíanle los fariseos: «Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito?» Él les dice: «¿Nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y él y los que le acompañaban sintieron hambre, cómo entró en la Casa de Dios, en tiempos del sumo sacerdote Abiatar, y comió los panes de la presencia, que sólo a los sacerdotes es lícito comer, y dio también a los que estaban con él?» Y les dijo: «El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el sábado. De suerte que el Hijo del hombre también es señor del sábado.»

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