Al ver Jesús el gentío, subió al monte,
se sentó y se acercaron sus discípulos;
y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo:
Bienaventurados los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.
(Mateo 5,1-12a)
Lecturas del Domingo de la 4 Semana del Tiempo Ordinario, A
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