Sin embargo, se usa el calendario lunar para determinar la fecha de la Pascua. Ello hace que en ocasiones alguna fiesta o solemnidad, como el anuncio del Arcángel Gabriel a la Virgen María, coincida con la Semana Santa; y por ello su celebración deba ser trasladada a otra fecha.
Hay una tabla de precedencias elaborada por la Iglesia para determinar qué celebración es de mayor importancia. Esta tabla a su vez está dividida en tres grupos, dentro de los cuales también hay una numeración que establece la prevalencia.
En el caso de la Anunciación y la Semana Santa, ambas están en el primer grupo. Sin embargo, la Semana Santa -que incluye el Domingo de Ramos- y los días de la Octava de Pascua tienen número 2, mientras que las solemnidades del Señor y de la Virgen María tienen el número 3. Por ello, la celebración de estas últimas deben ser trasladadas para una fecha posterior.
¿Por qué el 9 de abril? Porque otra regla de la Iglesia indica que si un año una solemnidad coincide con una celebración de mayor grado, la solemnidad debe celebrarse en el día siguiente que no esté impedido.
Por ejemplo, este 2018 la fecha en que habitualmente se celebra la Anunciación del Señor caerá en Domingo de Ramos. Por eso, deberá trasladarse al día siguiente en que no haya impedimento, que es el 9 de abril, lunes de la segunda semana de Pascua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario