Hechos 2,36-41
Salmo 32: “La misericordia del Señor llena la tierra”
Juan 20,11-18
La palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.
R. La misericordia del Señor llena la tierra
Los ojos del Señor están puestos en sus fieles,
en los que esperan en su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.
R. La misericordia del Señor llena la tierra
Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor,
venga sobre nosotros,
como lo esperarnos de ti.
R. La misericordia del Señor llena la tierra
En aquel tiempo, fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les contesta: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto.» Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: «Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?» Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: «Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré.» Jesús le dice: «¡María!» Ella se vuelve y le dice: «¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!» Jesús le dice: «Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: "Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro."» María Magdalena fue y anunció a los discípulos: "He visto al Señor y ha dicho esto".
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