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viernes, 14 de octubre de 2022

Vida de San Calixto I, Papa y Mártir



Calixto I (Roma 155- 222) fue el 16° papa de la Iglesia católica, cuyo período abarcó de 217 a 222. Gobernó la iglesia durante los reinados de los emperadores romanos Heliogábalo y Alejandro Severo. Estuvo enfrentado con san Hipólito de Roma, quien además fue su biógrafo y responsable de algunos detalles dudosos en su vida. Desautorizó las primeras herejías contra el dogma cristiano, como el sabelianismo y el montanismo. Murió mártir y es considerado fue declarado santo por las iglesias católica y ortodoxa. Su memoria litúrgica se celebra el 14 de octubre.

Orígenes

Calixto nació esclavo en el seno de una familia pagana de origen griego en Roma, en el barrio Trasteveres, aproximadamente en el 155. Abrazó el cristianismo en edad adulta.

Encarcelamientos

Nuestro principal conocimiento del papa Calisto I nos viene de sus enemigos: Tertuliano y el antipapa san Hipólito

De acuerdo con el Philosophumena (c. IX) de Hipólito, Calixto era un esclavo de Carpóforo, un alto funcionario del emperador Cómodo. Su amo le confió grandes cantidades de dinero con el que Calixto fundó un banco donde viudas y huérfanos cristianos depositaban su dinero. Pero Calixto lo perdió todo y huyó. Carpóforo lo siguió hasta Porto, donde Calixto se había embarcado. Viendo que su amo se acercaba en una barca, el esclavo se lanzó al mar pero impidieron que se ahogara y recibió el castigo reservado para los esclavos: el pistrinum, o molino que se mueve con la mano. 



Pistrinum o molino de mano


Siempre según la versión de sus enemigos, Calixto fue puesto en libertad porque algunos pensaban que devolvería el dinero, pero Calixto no se había guardado nada para sí mismo. 

Calixto también es atacado diciéndose que buscó la muerte atacando una sinagoga... pero está claro que pidió a los prestamistas judíos que le pagaran lo que le debían, con riesgo para sí mismo. La declaración de Carpóforo de que Calixto no era cristiano fue escandalosa y falsa. 

Calixto fue enviado a las minas de Cerdeña donde permaneció tres años por ser cristiano (confesor de la fe), hasta que alrededor del 190 pudo ser liberado gracias a la intercesión de Marcia, una de las mujeres del emperador Cómodo. Ella mandó llamar al papa Víctor y le preguntó si había “confesores” en Cerdeña. Él le dio la lista y Marcia envió a un eunuco, Jacinto, el cual era sacerdote (o «anciano»), para que liberara a los prisioneros.

Si el papa Víctor I le concedió a una pensión mensual no hay por qué suponer que lamentara su liberación, como afirman sus enemigos. Ni es probable que Ceferino fuera tan ignorante como para confiar a Calixto responsabilidades en la iglesia de Roma. La actitud beligerante de Hipólito explica por qué el papa Ceferino puso su confianza en Calixto, en lugar de en san Ireneo, el sabio discípulo de Hipólito.




Carrera eclesiástica

Tras su liberación, el papa Víctor I lo destinó a Antium otorgándole una pensión, puesto que su salud se debilitó estando en Cerdeña. Allí vivió hasta su traslado a Roma cuando Ceferino ascendió al Pontificado. 

En el año 199, el papa Ceferino nombró a Calixto superintendente del cementerio cristiano de la Vía Apia, que se llama actualmente cementerio de San Calixto. El santo ensanchó el cementerio y suprimió los terrenos privados; probablemente fue esa la primera propiedad que poseyó la Iglesia. San Calixto fue ordenado diácono por san Ceferino y llegó a ser su amigo y consejero.

Papado

San Calixto fue elegido por la mayoría del pueblo y el clero de Roma para suceder a Ceferino en el 217, a pesar de ser liberto, cuando contaba con 62 años. No fue hasta el siglo V que el papa León Magno dispuso que un liberto no podría acceder al papado.

Controversias con Hipólito y Tertuliano

Tanto Hipólito como Tertuliano se enfrentaron a la manera como el papa Calixto gobernó la Iglesia: por ejemplo, denunciando un edicto papal por el cual se permitía dar la comunión eucarística a quienes habían cometido el pecado de adulterio y fornicación si habían cumplido la penitencia impuesta. Calixto fundamentó su decreto en el poder de atar y desatar concedido a san Pedro, a sus sucesores y a todos los que se hallan en comunión con ellos. 

«En cuanto a vuestra decisión” —exclamaba el Tertuliano—, “os pregunto: ¿de dónde usurpáis este derecho de la Iglesia? Si es porque el Señor le dijo a Pedro: “Sobre esta roca construiré mi Iglesia, te daré las llaves del reino de los cielos”, o “lo que atares o desatares sobre la tierra será atado o desatado en el cielo”; que ustedes presumen que esta potestad de atar y desatar ha sido dado a ustedes también, esto es, a toda Iglesia en comunión con la de Pedro, ¿quién sois que destruís y alteráis la manifiesta intención del Señor, quien le confirió esto sólo y personalmente a Pedro?” (On Pudicity 21).

El edicto fue una orden para toda la Iglesia: «Escucho que se ha publicado un edicto; el obispo de obispos, es decir, el Sumo Pontífice, proclama: Perdono los crímenes de adulterio y fornicación a los que han hecho penitencia». 

Hipólito y Tertuliano defendían una costumbre de tiempos primitivos y creían que al decretar una relajación, el Papa promulgaba una nueva ley.

Los rigoristas encabezados por Hipólito, se quejaban de que Calixto hubiese determinado que: 

• el hecho de cometer un pecado mortal no era razón suficiente para deponer a un obispo
• que hubiese admitido a las órdenes a quienes se habían casado dos o tres veces
• que hubiese reconocido las legitimidad de los matrimonios entres los esclavos y mujeres libres 
   (prohibido por la ley civil).

Prácticamente todo lo que se sabe de su pontificado procede de los escritos de Hipólito de Roma quien, en su obra Philosophumena, lo acusa de herético, ambicioso y corrupto. Estos calificativos deben considerarse como totalmente sesgados. Oponiéndose desde el primer momento a la elección del papa Calixto y apoyado por sus seguidores llegó a hacerse nombrar Pontífice, lo que le convierte en el primer antipapa de la historia de la Iglesia.

Hipólito acusó a Calixto de monarquiano y de admitir que fueran ordenados hombres con hasta tres matrimonios simultáneos. También fue motivo de enfrentamiento la negación de Hipólito a la validez de matrimonios entre personas libres y esclavas, y que Calixto permitiera el retorno a la Iglesia de los fornicarios si expresaban su arrepentimiento y cumplían la penitencia que se les había umpuesta, mediante un decreto que expidió en el 217.

Hipólito afirmó que el papa era propagador de la herejía del modalismo. En definitiva el enfrentamiento supuso la lucha entre el rigorismo de Hipólito y la visión pastoral del papa Calixto.

Calixto también tuvo que enfrentarse a Tertuliano, el teólogo que abrazó y difundió por el norte de África las doctrinas de Montano.

Murió asesinado en Roma, en el 222, con 67 años, probablemente en un levantamiento popular.

Legado

Calixto es el primer papa, después de san Pedro, que figura como mártir en el Martirologio romano más antiguo que se conoce. Su tumba en la Vía Aurelia, descubierta en 1960 y aparentemente construida bajo el pontificado de Julio I, contiene referencias a su martirio, el cual consistió en ser bastoneado hasta la muerte, para luego ser arrojado su cadáver a un pozo donde hoy se alza la basílica de Santa María en Trastévere, iglesia fundada por el mismo Calixto. Al parecer un sacerdote de nombre Asterio, recuperó su cadáver de las aguas del Tíber y le dio cristiana sepultura. Tiempo después el cementerio que Calixto administró en vida se convirtió en la última morada de los pontífices siguientes y se conoció como Catacumbas de San Calixto, a pesar de que Calixto no fue enterrado allí.


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