Romanos 10,1-13
Rm 10,8-13
Domingo de la 1 Semana de Cuaresma, ciclo C
10:1 Hermanos, mi mayor deseo y lo que pido en mi oración a Dios es que ellos se salven.
10:2 Yo atestiguo en favor de ellos que tienen celo por Dios, pero un celo mal entendido.
10:3 Porque desconociendo la justicia de Dios y tratando de afirmar la suya propia, rehusaron someterse a la justicia de Dios,
10:4 ya que el término de la Ley es Cristo, para justificación de todo el que cree.
10:5 Moisés, en efecto, escribe acerca de la justicia que proviene de la Ley: El hombre que la practique vivirá por ella.
10:6 En cambio, la justicia que proviene de la fe habla así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo?, esto es, para hacer descender a Cristo.
10:7 O bien: ¿Quién descenderá al Abismo?, esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos.
10:8 ¿Pero qué es lo que dice la justicia?: La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, es decir, la palabra de la fe que nosotros predicamos.
10:9 Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado.
10:10 Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la salvación.
10:11 Así lo afirma la Escritura: El que cree en él, no quedará confundido.
10:12 Porque no hay distinción entre judíos y los que no lo son: todos tienen el mismo Señor, que colma de bienes a quienes lo invocan.
10:13 Ya que todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.
SOBRE EL MISMO TEMA:
Profesión del que cree en Jesucristo
Rm 10,8-13
Domingo de la 1 Semana de Cuaresma, ciclo C
10:1 Hermanos, mi mayor deseo y lo que pido en mi oración a Dios es que ellos se salven.
10:2 Yo atestiguo en favor de ellos que tienen celo por Dios, pero un celo mal entendido.
10:3 Porque desconociendo la justicia de Dios y tratando de afirmar la suya propia, rehusaron someterse a la justicia de Dios,
10:4 ya que el término de la Ley es Cristo, para justificación de todo el que cree.
10:5 Moisés, en efecto, escribe acerca de la justicia que proviene de la Ley: El hombre que la practique vivirá por ella.
10:6 En cambio, la justicia que proviene de la fe habla así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo?, esto es, para hacer descender a Cristo.
10:7 O bien: ¿Quién descenderá al Abismo?, esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos.
10:8 ¿Pero qué es lo que dice la justicia?: La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, es decir, la palabra de la fe que nosotros predicamos.
10:9 Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvado.
10:10 Con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con la boca se confiesa para obtener la salvación.
10:11 Así lo afirma la Escritura: El que cree en él, no quedará confundido.
10:12 Porque no hay distinción entre judíos y los que no lo son: todos tienen el mismo Señor, que colma de bienes a quienes lo invocan.
10:13 Ya que todo el que invoque el nombre del Señor se salvará.
SOBRE EL MISMO TEMA:
Profesión del que cree en Jesucristo
No hay comentarios:
Publicar un comentario