Vigilia Pascual
Salmo 15, 5. 8-11
R. Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti
El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz,
¡tú decides mi suerte!
Tengo siempre presente al Señor:
él está a mi lado, nunca vacilaré.
R. Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti
Por eso mi corazón se alegra,
se regocijan mis entrañas
y todo mi ser descansa seguro:
porque no me entregarás a la Muerte
ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro.
R. Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti
Me harás conocer el camino de la vida,
saciándome de gozo en tu presencia,
de felicidad eterna a tu derecha.
R. Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti
Salmo 15, 5. 8-11
R. Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti
El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz,
¡tú decides mi suerte!
Tengo siempre presente al Señor:
él está a mi lado, nunca vacilaré.
R. Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti
Por eso mi corazón se alegra,
se regocijan mis entrañas
y todo mi ser descansa seguro:
porque no me entregarás a la Muerte
ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro.
R. Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti
Me harás conocer el camino de la vida,
saciándome de gozo en tu presencia,
de felicidad eterna a tu derecha.
R. Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti
No hay comentarios:
Publicar un comentario