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sábado, 3 de septiembre de 2022

San Ireneo y la Tradición de los Apóstoles




Probablemente nació hacia el año 140 en Esmirna (Asia Menor) y murió en el 202 en Lyon (Galia). A través de su obra literaria se descubre que tuvo que recibir una buena educación, dejando patente en sus escritos un conocimiento erudito y profundo de las Sagradas Escrituras, la literatura y la filosofía. 

San Ireneo y la Tradición de los Apóstoles

San Ireneo forma parte de una generación de cristianos que ha escuchado el Evangelio a través de los discípulos de los apóstoles. Esta generación apenas tiene escritos cristianos para consultar. Las copias de los evangelios y las cartas, no abundan. El canon de la Biblia todavía no se ha fijado y la cadena de transmisión de la fe se remonta a las enseñanzas (Tradición) de los Apóstoles y sus discípulos.

San Ireneo confiará toda su vida en la Tradición que le ha llegado, primero a través de Policarpo de Esmirna y, más tarde, a través del sucesor del apóstol san Pedro (Sede Romana) para defender la fe verdadera de una fe adulterada y falsa (herética) que surge de los deseos e intereses de algunos (herejes). 

La Tradición (con “T” mayúscula) transmitida por los apóstoles y sus discípulos no debe confundirse con las tradiciones locales (con “t” minúscula) de las comunidades locales y grupos minoritarios. La enseñanzas de los apóstoles y sus discípulos son universales y permanentes —argumenta san Ireneo—, sin embargo, las tradiciones locales o de grupos minoritarios a menudo se contradicen entre ellas, produciendo división y ruptura.

Discípulo de Policarpo y Papías

Ireneo aprendió la Tradición de los Apóstoles a través de sus discípulos. En Esmirna conoció a san Policarpo y a Papías, discípulos del apóstol san Juan. Ambos ejercieron una gran influencia en Ireneo. El historiador Eusebio de Cesarea es quien nos ofrece más datos, aunque su obra recopilatoria no deja en buen lugar a Papías. Eusebio explica que Papías enseñaba algunas creencias que más tarde la Iglesia declarará erróneas: por ejemplo, la doctrina milenarista, en la que también Ireneo creía.


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