No estamos tan bien informados sobre los rituales y la práctica del gnosticismo como de sus aspectos doctrinales y teóricos. Sin embargo, el relato de san Ireneo sobre los Marcosianos o el de san Hipólito sobre los Elcesaitas, las partes litúrgicas de los Hechos de Tomás y algunos pasajes de las Pseudo-clementinas y, sobre todo, la literatura copto-gnóstica y mandeana, nos ofecen información sobre las prácticas litúrgicas de los gnósticos.
La Eucaristía
La eucaristía a la que se refiere los Hechos de Tomás menciona la partición el pan pero sin utilizar la copa. Sabemos que los gnósticos sustituyeron el vino por el agua pero desconocermos la formula de consagración que usaban.
El pan era bendecido con la señal de la cruz. Los gnósticos se referían a la eucaristía utilizando un vocabulario sacrificial: prosphora, oblación (II libro de Jeû, 45).
En los libros coptos (Pistis Sophia, 142; II Jeû, 45-47) encontramos una extensa descripción de ceremonias aparentemente eucarísticas que celebra Jesús, en las que se utiliza el fuego y el incienso, dos frascos y dos copas, una con agua y otra con vino, y ramas de la vid.
Cristo corona a los apóstoles con coronas de olivo; ruega a Melquisedec que venga y cambie el vino en agua para el bautismo, pone hierbas en las bocas y manos de los apóstoles. Sin embargo, no sabemos con certeza si estas acciones muestran en realidad el ritual gnóstico de la eucaristía o es una suposición de los autores que defendían la ortodoxia cristiana.
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