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viernes, 14 de julio de 2017

Génesis 27,1-46: Isaac bendice a Jacob

Génesis 27,1-46:

27:1 Cuando Isaac era ya viejo y había perdido la vista, llamó a Esaú, su hijo mayor y le dijo: ¡Hijo mío!" El cual le respondió: "Aquí estoy."
27:2 "Mira, dijo, me he hecho viejo e ignoro el día de mi muerte.
27:3 Así pues, toma tus saetas, tu aljaba y tu arco, sal al campo y me cazas alguna pieza.
27:4 Luego me haces un guiso suculento, como a mí me gusta, y me lo traes para que lo coma, a fin de que mi alma te bendiga antes que me muera."
27:5 —Ahora bien, Rebeca estaba escuchando la conversación de Isaac con su hijo Esaú.— Esaú se fue al campo a cazar alguna pieza para el padre,
27:6 y entonces Rebeca dijo a su hijo Jacob: "Acabo de oír a tu padre que hablaba con tu hermano Esaú diciendo:
27:7 Tráeme caza, y hazme un guiso suculento para que yo lo coma y te bendiga delante del Señor antes de morir.
27:8 Pues bien, hijo mío, hazme caso en lo que voy a recomendarte.
27:9 Ve al rebaño y tráeme de allí dos cabritos hermosos. Yo haré con ellos un guiso suculento para tu padre como a él le gusta,
27:10 y tú se lo presentas a tu padre, que lo comerá, para que te bendiga antes de su muerte."
27:11 Jacob dijo a su madre Rebeca: ¡Pero si mi hermano Esaú es velludo, y yo soy lampiño!
27:12 ¡A ver si me palpa mi padre, y le parece que estoy mofándome de él! ¡Entonces me habré buscado una maldición en vez de una bendición!"
27:13 Le dice su madre: "¡Sobre mí tu maldición, hijo mío! Tú, obedéceme, basta con eso, ve y me los traes."
27:14 Él fue a buscarlos y los llevó a su madre, y ella hizo un guiso suculento, como le gustaba a su padre.
27:15 Después tomó Rebeca ropas de Esaú, su hijo mayor, las más preciosas que tenía en casa, y vistió a Jacob, su hijo pequeño.
27:16 Luego, con las pieles de los cabritos le cubrió las manos y la parte lampiña del cuello,
27:17 y puso el guiso y el pan que había hecho en las manos de su hijo Jacob.
27:18 Este entró a donde su padre, y dijo: "¡Padre!" Él respondió: "Aquí estoy; ¿quién eres, hijo?"
27:19 Jacob dijo a su padre: "Soy tu primogénito Esaú. He hecho como dijiste, anda, levántate, siéntate, y come de mi caza, para que me bendiga tu alma."
27:20 Dice Isaac a su hijo: "¡Qué listo has andado en hallarla, hijo!" — Respondió: "Sí; es que el Señor, tu Dios, me la puso delante."
27:21 Dice Isaac a Jacob: "Acércate, que te palpe, hijo, a ver si realmente eres o no mi hijo Esaú."
27:22 Se acercó Jacob a su padre Isaac, el cual le palpó y dijo: "La voz es la de Jacob, pero las manos son las manos de Esaú."
27:23 Y no le reconoció, porque sus manos estaban velludas, como las de su hermano Esaú. Y se dispuso a bendecirle.
27:24 Dijo, pues: "¿Eres tú realmente mi hijo Esaú?" Respondió: "El mismo."
27:25 Dijo entonces: "acércamelo, que coma de la caza, hijo, para que te bendiga mi alma." Se lo sirvió y comió; le trajo también vino, y bebió.
27:26 Le dijo su padre Isaac: "Acércate y bésame, hijo."
27:27 Él se acercó y le besó, y al aspirar Isaac el aroma de sus ropas, le bendijo diciendo: "Mira, el aroma de mi hijo como el aroma de un campo, que ha bendecido el Señor.
27:28 ¡Pues que Dios te dé el rocío del cielo y la grosura de la tierra, mucho trigo y mosto!
27:29 Que los pueblos te sirvan, y las naciones se inclinen ante ti. Se señor de tus hermanos y que se postren ante ti los hijos de tu madre. ¡Quien te maldijere, maldito sea, y quien te bendijere, sea bendito!"      
27:30 Así que hubo concluido Isaac de bendecir a Jacob, y justo cuando acababa de salir Jacob de la presencia de su padre Isaac, llegó su hermano Esaú de su cacería.
27:31 Hizo también él un guiso suculento y llevándoselo a su padre le dijo: padre, levántate y come de la caza de tu hijo, para que me bendiga tu alma.
27:32 Le dijo su padre Isaac: "¿Quién eres tú?" Le contestó: "Soy tu hijo primogénito, Esaú."
27:33 A Isaac le entró un temblor fuerte, y le dijo: "Pues entonces, ¿quién es uno que ha cazado una pieza y me la ha traído? Porque de hecho yo he comido antes que tú vinieses, y le he bendecido, y bendito está."
27:34 Al oír Esaú las palabras de su padre, lanzó un grito fuerte y por extremo amargo, y dijo a su padre: "¡Bendíceme también a mí, padre mío!"
27:35 Le dijo éste: "Ha venido astutamente tu hermano, y se ha llevado tu bendición."
27:36 Dijo Esaú: "Con razón se llama Jacob, pues me ha suplantado estas dos veces: se llevó mi primogenitura,  y he aquí que ahora se ha llevado mi bendición." Y añadió: "¿No has reservado alguna bendición para mí?"
27:37 Respondió Isaac y dijo a Esaú: "Mira, le he puesto por señor tuyo, le he dado por siervos a todos sus hermanos y le he abastecido de trigo y vino. Según eso, ¿qué voy a hacer por ti, hijo mío?"
27:38 Dijo Esaú a su padre: "¿Es que tu bendición es única, padre mío? ¡Bendíceme también a mí, padre mío!" Isaac guardó silencio y Esaú alzó la voz y rompió a llorar.
27:39 Su padre Isaac le dijo por respuesta: "He aquí que lejos de la grosura de la tierra será tu morada, y lejos del rocío que baja del cielo.
27:40 De tu espada vivirás y a tu hermano servirás. Mas luego, cuando te hagas libre, partirás su yugo de sobre tu cerviz."  
27:41 Esaú se enemistó con Jacob a causa de la bendición con que le había bendecido su padre; y se dijo Esaú: "Se acercan ya los días del luto por mi padre. Entonces mataré a mi hermano Jacob."
27:42 Se dio aviso a Rebeca de las palabras de Esaú, su hijo mayor; y ella envió a llamar a Jacob, su hijo pequeño, y le dijo: "Mira que tu hermano Esaú va a vengarse de ti matándote.
27:43 Ahora, pues, hijo mío, hazme caso: levántate y huye a Jarán, a donde mi hermano Labán,
27:44 y te quedas con él una temporada, hasta que se calme la cólera de tu hermano;
27:45 hasta que se calme la ira de tu hermano contra ti, y olvide lo que has hecho. Entonces enviaré yo a que te traigan de allí. ¿Por qué he de perderlos a los dos en un mismo día?"

Partida de Jacob

27:46 Rebeca dijo a Isaac: "Me da asco vivir al lado de las hijas de Het. Si Jacob toma mujer de las hijas de Het como las que hay por aquí, ¿para qué seguir viviendo?"

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