Miércoles de la Segunda Semana de Pascua
Salmo 33,2-3.4-5.6-7.8-9:
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.
R. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.
R. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias.
R. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protégé.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.
R. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
Salmo 33,2-3.4-5.6-7.8-9:
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.
R. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.
R. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias.
R. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protégé.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.
R. Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
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