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miércoles, 5 de abril de 2023

Génesis 37,1-36: José vendido por sus hermanos

Génesis 37,1-36:
Sueños de gloria de José. José vendido por sus hermanos

Gn 37,3-4.12-13a.17b-28:

Génesis 37,1-11: Sueños de gloria de José

1 Jacob, por su parte, se estableció en el que fue país residencial de su padre, el país de Canaán.
2 Esta es la historia de Jacob. José tenía diecisiete años. 
   Estaba de pastor de ovejas con sus hermanos, él, muchacho todavía, 
   con los hijos de Bilhá y los de Zilpá, mujeres de su padre. 
   Y José comunicó a su padre lo mal que se hablaba de ellos.
3 Israel amaba a José más que a todos los demás hijos, por ser para él el hijo de la ancianidad. 
   Le había hecho una túnica de manga larga.
4 Vieron sus hermanos cómo le prefería su padre a todos sus otros hijos 
   y le aborrecieron hasta el punto de no poder ni siquiera saludarle.
5 José tuvo un sueño y lo manifestó a sus hermanos, quienes le odiaron más aún.
6 Les dijo: "Oíd el sueño que he tenido.
7 Me parecía que nosotros estábamos atando gavillas en el campo, 
   y he aquí que mi gavilla se levantaba y se tenía derecha, 
   mientras que vuestras gavillas le hacían rueda y se inclinaban hacia la mía."
8 Sus hermanos le dijeron: "¿Será que vas a reinar sobre nosotros o que vas a tenernos domeñados?" 
   Y acumularon todavía más odio contra él por causa de sus sueños y de su palabras.
9 Volvió a tener otro sueño, y se lo contó a sus hermanos. 
   Díjoles: "He tenido otro sueño: Resulta que el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante mí".
10 Se lo contó a su padre y a sus hermanos, y su padre le reprendió y le dijo: 
     "¿Qué sueño es ése que has tenido? 
     ¿Es que yo, tu madre y tus hermanos vamos a venir a inclinarnos ante ti hasta el suelo?"
11 Sus hermanos le tenían envidia, mientras que su padre reflexionaba.

Génesis 37,12-36: José vendido por sus hermanos

12 Fueron sus hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Siquem,
13 y dijo Israel a José: "¿No están tus hermanos pastoreando en Siquem? 
     Ve de mi parte a donde ellos." Dijo: "Estoy listo."
14 Díjole: "Anda, vete a ver si tus hermanos siguen sin novedad, y lo mismo el ganado, 
     y tráeme noticias." Le envió, pues, desde el valle de Hebrón, y José fue a Siquem.
15 Encontróse con él un hombre mientras estaba discurriendo por el campo. 
     El hombre le preguntó: "¿Qué buscas?"
16 Díjole: "Estoy buscando a mis hermanos. Indícame, por favor, dónde están pastoreando."
17 El hombre le dijo: "Partieron de aquí, pues yo les oí decir: "Vamos a Dotán."" 
     José fue detrás de sus hermanos y los encontró en Dotán.
18 Ellos le vieron de lejos, y antes que se les acercara, conspiraron contra él para matarle,
19 y se decían mutuamente: "Por ahí viene el soñador.
20 Ahora, pues, venid, matémosle y echémosle en un pozo cualquiera, 
     y diremos que algún animal feroz le devoró. Veremos entonces en qué paran sus sueños."
21 Rubén lo oyó y le libró de sus manos. Dijo: "No atentemos contra su vida."
22 Rubén les dijo: "No derraméis sangre. Echadle a ese pozo que hay en el páramo, 
     pero no pongáis la mano sobre él." 
     Su intención era de salvarle de sus hermanos para devolverle a su padre.
23 Y ocurrió, que cuando llegó José donde sus hermanos, éstos despojaron a José de su túnica 
     —aquella túnica de manga larga que llevaba puesta—,
24 y echándole mano le arrojaron al pozo. Aquel pozo estaba vacío, sin agua.
25 Luego se sentaron a comer. Y levantando los ojos divisaron una caravana de ismaelitas 
     que venían de Galaad, con camellos cargados de almáciga, sandáraca y ládano, 
     que iban bajando hacia Egipto.
26 Entonces dijo Judá a sus hermanos: 
     "¿Qué aprovecha el que asesinemos a nuestro hermano y luego tapemos su sangre?
27 Venid vamos a venderle a los ismaelitas, pero no pongamos la mano en él, 
     porque es nuestro hermano, carne nuestra." Y sus hermanos asintieron.
28 Pasaron unos madianitas mercaderes, y descubriéndole subieron a José del pozo. 
     Vendieron a José a los ismaelitas  por veinte piezas de plata, y éstos se llevaron a José a Egipto.
29 Vuelve Rubén al pozo, y he aquí que José no estaba en el pozo. El desgarró sus ropas,
30 y volviendo donde sus hermanos les dijo: "El niño no aparece, y yo ¿qué hago ahora?"
31 Entonces tomaron la túnica de José, y degollando un cabrito, tiñeron la túnica en sangre,
32 y enviaron la túnica de manga larga, haciéndola llegar hasta su padre con este recado: 
     "Esto hemos encontrado: examina si se trata de la túnica de tu hijo, o no."
33 El la examinó y dijo: "¡Es la túnica de mi hijo! ¡Algún animal feroz le ha devorado! 
     ¡José ha sido despedazado!"
34 Jacob desgarró su vestido, se echó un sayal a la cintura 
     e hizo duelo por su hijo durante muchos días.
35 Todos sus hijos e hijas acudieron a consolarle, pero él rehusaba consolarse y decía: 
     "Voy a bajar en duelo al seol donde mi hijo." Y su padre le lloraba.
36 Por su parte, los madianitas, llegados a Egipto, 
     le vendieron a Putifar, eunuco de Faraón y capitán de los guardias.

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