En Roma se encuentran estas antiquísimas imágenes llamadas Vírgenes de san Lucas, ya que se atribuyen al evangelista. Se dice que san Lucas, el evangelista, fue el primer retratista de la Virgen María. Él tenía como profesión la medicina (Colonenses, 4,14), pero también se dedicaba a la pintura; por eso es el patrono de los médicos y pintores.
Para redactar su evangelio hizo una investigación minuciosa y entrevistó a los que más estaban cerca de Jesús, sus apóstoles y su Madre, la Virgen María. Solo en su libro podemos encontrar afirmaciones sobre la Virgen muy íntimas; como: María, por su parte, guardaba con cuidado todas estas cosas, meditándolas en su corazón (Lc 2,19)
Por esa relación tan cercana a María y su pasión por la pintura, se le atribuye las primeras imágenes de la Virgen. Y estas son algunas según la tradición:
La Virgen Salus Populi Romani
Esta imagen muy antigua, considerada “acheropita” (que en griego significa, que no fue pintada por manos humanas), es considerada muy milagrosa y realmente fue la “salvación” de la ciudad cuando fue invocada durante las guerras, hambrunas, pestes y epidemias.
La Virgen Glycophilusa o Virgen del consuelo
Esta imagen se encuentra en la basílica romana dedicada santa Francisca Romana. Fue encontrada bajo el altar de la iglesia de Santa Maria Antigua durante la restauración en 1949. Se considera una de las pinturas cristianas más antiguas.
La tradición dice que el icono fue llevado solemnemente en procesión en la época de san Gregorio el Grande (590-604) para implorar a Dios por el cese de la plaga que afligía a la ciudad. Se la llama Nuestra Señora del Consuelo por su rostro confiado.
Virgen con el Niño Jesús del Panteón
Lo que queda de la tabla de madera donde está representada la Virgen con el Niño Jesús en brazos es solo un fragmento de la original, bastante descolorida por el pasar del tiempo.
Muy venerada antiguamente no solo por los romanos sino también por todos los peregrinos que llegaban a visitar la iglesia, con sus cientos de reliquias que pertenecieron a los mártires de la época de Diocleciano.
Virgen del Rosario de Monte Mario
Considerado un icono milagroso porque se decía que palidecía en los días de la Pasión, pero sobre todo porque es una acheropita, es decir, pintado por manos no humanas (inspirada).
Santo domingo trasladó la imagen a S. Sisto Vecchio en la Via Appia donde permaneció durante 354 años, hasta 1527 cuando fue milagrosamente encontrada intacta en la iglesia destruida por los lansquenetes durante el saqueo de Roma.
La Virgen del Pueblo
La tradición atribuye la ubicación del ícono en la iglesia de Santa Maria del Popolo al papa Gregorio IX quien, después de la epidemia de peste de 1231, restauró y amplió el edificio y colocó el ícono milagroso que se cree pintado por san Lucas. Este se encontraba anteriormente en el Sancta Sanctorum en Letrán.
Fuente: Maria Paola Daud, https://es.aleteia.org
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