12 Doy gracias a nuestro Señor Jesucristo,
porque me ha fortalecido y me ha considerado digno de confianza, llamándome a su servicio
13 a pesar de mis blasfemias, persecuciones e insolencias anteriores.
13 a pesar de mis blasfemias, persecuciones e insolencias anteriores.
Pero fui tratado con misericordia, porque cuando no tenía fe, actuaba así por ignorancia.
14 Y sobreabundó en mí la gracia de nuestro Señor, junto con la fe y el amor de Cristo Jesús.
15 Es doctrina cierta y digna de fe que Jesucristo vino al mundo para salvar a los pecadores,
14 Y sobreabundó en mí la gracia de nuestro Señor, junto con la fe y el amor de Cristo Jesús.
15 Es doctrina cierta y digna de fe que Jesucristo vino al mundo para salvar a los pecadores,
y yo soy el peor de ellos.
16 Si encontré misericordia, fue para que Jesucristo demostrara en mí toda su paciencia,
16 Si encontré misericordia, fue para que Jesucristo demostrara en mí toda su paciencia,
poniéndome como ejemplo de los que van a creer en él para alcanzar la Vida eterna.
17 ¡Al Rey eterno y universal, al Dios incorruptible, invisible y único,
17 ¡Al Rey eterno y universal, al Dios incorruptible, invisible y único,
honor y gloria por los siglos de los siglos! Amén.
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