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jueves, 14 de septiembre de 2017

Hallazgo de la Santa Cruz


Constantino y Elena

Cuenta el historiador Eusebio de Cesarea que el general Constantino, hijo de Santa Elena, era pagano pero respetaba a los cristianos. Y que teniendo que presentar batalla contra Majencio, jefe de Roma, el año 311, la noche anterior a la batalla tuvo un sueño en el cual vio una cruz luminosa en los aires y oyó una voz que le decía: "Con este signo vencerás", y que antes de comenzar la batalla mandó colocar la cruz en varias banderas de los batallones.

La victoria fue total y Constantino llegó a ser Emperador y decretó la libertad para los cristianos, que por tres siglos venían siendo perseguidos por los gobernantes paganos.

Escritores antiguos como Rufino, Zozemeno, San Crisóstomo y San Ambrosio, cuentan que Santa Elena, la madre del emperador, pidió permiso a su hijo Constantino para ir a buscar en Jerusalén la cruz en la cual murió Jesús.

Después de muchas y muy profundas excavaciones se encontraron tres cruces. Como no se podía distinguir cuál era la cruz que de Jesús, llevaron a una mujer agonizante. Al tocarla con la primera cruz, la enferma se agravó, al tocarla con la segunda, quedó igual de enferma de lo que estaba antes, pero al tocarla con la tercera cruz, la enferma recuperó instantáneamente la salud. Fue así como Santa Elena, y el obispo de Jerusalén, Macario, y miles de devotos llevaron la cruz en piadosa procesión por las calles de Jerusalén. Y que por el camino se encontraron con una mujer viuda que llevaba a su hijo muerto a enterrar y que acercaron la Santa Cruz al muerto y éste resucitó.

Por muchos siglos se ha celebrado en Jerusalén y en muchísimos sitios del mundo entero, la fiesta del hallazgo de la Santa Cruz, el día 3 de Mayo.

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