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martes, 6 de septiembre de 2016

1 Corintios 9,1-11: Los derechos del Apóstol

Los derechos del Apóstol
9:1 ¿Acaso yo no soy libre? ¿No soy Apóstol? ¿No he visto a Jesús, nuestro Señor? ¿No son ustedes mi obra en el Señor?
9:2 Si para otros yo no soy Apóstol, lo soy al menos para ustedes, porque ustedes son el sello de mi apostolado en el Señor.
9:3 ¡Esta es mi defensa contra los que me acusan!
9:4 ¿Acaso no tenemos derecho a comer y a beber,
9:5 a viajar en compañía de una mujer creyente, como lo hacen los demás Apóstoles, los hermanos del Señor y el mismo Cefas?
9:6 ¿O bien, Bernabé y yo somos los únicos que estamos obligados a trabajar para subsistir?
9:7 ¿Qué soldado hace una campaña a sus propias expensas? ¿O quién planta una viña y no come de sus frutos? ¿O quién apacienta un rebaño y no se alimenta con la leche de las ovejas?
9:8 Aunque parezca que hablo en términos demasiado humanos, la Ley nos enseña lo mismo.
9:9 Porque está escrito en la Ley de Moisés: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Será que Dios se preocupa de los bueyes?
9:10 ¿No será que él habla de nosotros? Sí, esto se escribió por nosotros, porque el que ara tiene que arar con esperanza, y el que trilla el grano debe hacerlo con esperanza de recoger su parte.
9:11 Si nosotros hemos sembrado en ustedes bienes espirituales, ¿qué tiene de extraño que recojamos de ustedes bienes temporales? 

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