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viernes, 22 de abril de 2016

Juan 14,1-12: Testamento espiritual, por M. Dolors Gaja, MN.


Juan 14,1-12

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio? Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino." Tomás le dice: "Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" Jesús le responde: "Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocéis a mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto." Felipe le dice: "Señor, muéstranos al Padre y nos basta." Jesús le replica: "Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: "Muéstranos al Padre"? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, él mismo hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre."

— Comentario por M. Dolors Gaja, MN

Estamos en el contexto de la última cena. Jesús se despide de los suyos y deja su Testamento espiritual. Un testamento que habla de amor, de unidad, verdad, filiación…Flota en el aire un ambiente de tristeza porque cuando Juan escribe el texto rememora las palabras del Amigo sabiendo ya que eran las últimas.

JESÚS SE VA

La despedida de la muerte no será nunca más, después de estas palabras, una despedida definitiva. Jesús nos augura el reencuentro, Él sólo se adelanta en el camino pero volverá para guiarnos hasta la casa del Padre. Para eso nos pide fe: creer en Dios, en el Dios que Él ha predicado, implica creer también en Él. Nos acercamos al Misterio Trinitario que deberíamos explicitar más en nuestra vida.

PREGUNTA DE TOMÁS

Este discípulo hace la pregunta que todos nos hacemos en la vida: ¿cómo reconocer el camino, cómo acertar? En el fondo es la pregunta por el sentido de la vida y la propia vocación. Jesús da una respuesta clara: Yo soy el camino, la Verdad y la Vida. Teniendo en cuenta que los evangelistas escriben sin puntuar el texto y no existen comas ni otros signos, esta frase puede leerse así: Yo soy el camino que lleva a la Verdad; y la verdad es la Vida.

La pregunta de Tomás queda respondida. Vivir en Verdad es vocación universal. Sólo así alcanzamos la plenitud. Y en este intento Jesús se convierte en el guía de camino…

PETICIÓN  DE  FELIPE

De la postura de Felipe, de su petición, aprendemos que muchas veces también nosotros seguimos deseando lo que ya tenemos porque no sabemos verlo ni valorarlo. Felipe le pide ver al Padre y Jesús le contesta que no es necesario: lo tiene a Él. También nosotros anhelamos a Dios muchas veces sin acabar de percatarnos que es más lo que poseemos que lo que esperamos. Lo tenemos en nosotros, en los sacramentos… No obstante, la petición de Felipe es entrañable: muéstranos al Padre. Es la aspiración de toda persona porque todos tenemos, lo sepamos o no “sed de Dios”. De hecho, la persona es, por definición, buscadora de Trascendencia.

En la respuesta de Jesús, varias enseñanzas:

. Todo lo que hacemos de bueno es obra del Padre.
. Jesús no habla por su cuenta sino en nombre del Padre.
. El Padre y Él son uno. Jesús es imagen del Padre.
. Las obras dan testimonio de la fe.

Si trasladamos esto a Jesús y sus seguidores tenemos, en breves palabras, la imagen del perfecto cristiano. Cristiano es aquel que vive unido a Cristo, que cree en Él y hace sus obras y que sabe y siente que el bien que pueda hacer no es, en el fondo, obra suya sino de Dios.

Que la oración de este domingo sea la de Felipe: Muéstranos al Padre. 

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